Repatriación a cuenta gotas o una pesadilla que termina poco a poco. En la noche de este domingo Marruecos ha vuelto a abrir la frontera. En esta tercera repatriación, sólo había 40 personas seleccionadas, la lista la tenía la asociación Luna Blanca y se trataba de personas que estaban alojadas en mezquitas o acogidas en casas particulares
La pesadilla de estos ciudadanos y ciudadanas marroquíes que quedaron bloqueadas en Ceuta hace más de 70 días parece que llega a su fin, pero estas operaciones de repatriación serán recordadas por el drama que envuelve a cada pase, porque en las listas hay gente que está y no quiere volver y muchas personas que no aparecen en los listados y que desean o necesitan volver a sus hogares.
Se trata de la tercera repatriación organizada por Marruecos en colaboración con las autoridades españolas. Un nuevo «pasillo humanitario» en el que han pasado 37 personas de las 40 seleccionadas por el reino alauita.
La operación se realizó sin incidentes y en un ambiente tranquilo. En esta ocasión, la lista de seleccionados enviada por Marruecos estaba en poder de la Asociación Luna Blanca, quién se encargó de avisar a los y las marroquíes varados en la ciudad autónoma. A diferencia de las dos operaciones anteriores, las personas seleccionadas, tuvieron que ir hasta la frontera por sus propios medios y el operativo organizado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, fue menos numeroso.
Hasta las 23:30 horas no se supo de esta nueva oportunidad de volver a Marruecos, y el reino alauita no abrió la frontera hasta la 01:00 de la madrugada. Una vez más, queda en evidencia que Marruecos decide quién, cuándo y cómo vuelve a su país, y que lo hace de manera anárquica y arbitraria.
Crisis migratoria a la inversa
Más de dos meses llevan cientos de personas bloqueadas en Ceuta, su país cerró la frontera y no les permitió volver. Algunos de ellos no aguantaron y se lanzaron al mar durante los días de confinamiento por el estado de alarma decretado por la crisis sanitaria mundial producida por el coronavirus. Unos 20 interceptados por la Guardia Civil fueron devueltos a España, alrededor de una docena consiguieron volver a su país.
Una crisis migratoria a la inversa, tal y como señalaba The New York Times este domingo. Algo nunca visto en el mundo. Un país que cierra la frontera a sus ciudadanos y ciudadanas y los abandona a su suerte a pocos metros de la frontera y que después de dos meses, establece unos listados en los que no todos los que quieren volver están.