El Congreso de los Estados Unidos, con mayoría republicana, se prepara para aprobar en las próximas semanas la venta de 32 aviones de combate F-35 a Marruecos. Esta operación, valorada en 17.000 millones de dólares, incluye el mantenimiento de la flota durante 45 años y convertiría al país norteafricano en el primero de África y del mundo árabe en poseer este avanzado caza de quinta generación.
La solicitud inicial para la adquisición de los F-35 fue realizada por Marruecos a la administración Trump en 2020. Se espera que la primera entrega de estos modernos aviones tenga lugar a principios de este año. La compra se enmarca dentro de los Acuerdos de Abraham y un acuerdo trilateral firmado hace cuatro años entre Marruecos, Estados Unidos e Israel, cuyo objetivo es fortalecer las capacidades militares marroquíes y fomentar su industria de defensa, incluyendo la fabricación militar bajo supervisión estadounidense.
La adquisición de los F-35 representa un hito en la modernización del ejército marroquí y responde a las directrices reales para reforzar el papel del país en la estabilidad regional y el mantenimiento de la paz. Además, la llegada de estos cazas permitirá la retirada de aeronaves más antiguas y costosas de mantener, que no cumplen con los actuales estándares de la aviación militar.
Los F-35 destacan por sus capacidades tecnológicas avanzadas, incluyendo tecnología de sigilo que los hace prácticamente indetectables por radar, un sistema de comunicación seguro, detección de objetivos con tecnología láser de alta precisión, un sistema de información logística automatizado y un casco con realidad virtual alimentado por seis cámaras que proporcionan imágenes en vivo. Además, cuentan con capacidad de despegue y aterrizaje vertical, lo que amplía su versatilidad operativa.
Con esta adquisición, Marruecos se consolidaría como una de las fuerzas aéreas más poderosas del continente africano, equiparándose con Egipto, que opera con F-16. La noticia llega en un momento en que Argelia, rival regional, ha optado por la compra de aviones Sukhoi rusos, los cuales han sido criticados por su menor maniobrabilidad, falta de tecnología furtiva y un historial de accidentes. La incorporación de los F-35 promete alterar el equilibrio de poder en el Magreb y reforzar la posición estratégica de Marruecos en la región.