Abdelkamil Mohamed Mohamed ( presidente de la Asociacion de Vecinos Ppe Alfonso )
Este año, Marruecos ha anunciado la suspensión de la Fiesta del Sacrificio, una de las festividades más importantes del calendario islámico, donde las familias sacrifican un cordero siguiendo la tradición de Ibrahim. Según las autoridades marroquíes, la medida se debe a la grave crisis económica y a la escasez de ganado. Pero, ¿debe Ceuta, como ciudad española, acatar una decisión tomada por el país vecino? ¿O debería seguir las pautas religiosas marcadas por el Consejo Islámico y los ulemas que siguen directamente el calendario de La Meca?
Entre la fe y la política
La controversia tiene raíces profundas. Históricamente, una parte de los musulmanes ceutíes ha mirado hacia Marruecos para fijar el calendario religioso. Otros sectores, en cambio, reivindican la independencia religiosa de la comunidad musulmana de Ceuta, defendiendo que las fiestas deben regirse por el dictamen de Arabia Saudí, donde se encuentran los lugares sagrados del islam. Este choque entre tradición, política y fe vuelve a estallar ahora con la suspensión del Aid al Adha.
Ceuta y la identidad musulmana: una cuestión abierta
El debate no es solo religioso, sino también identitario. ¿Son los musulmanes ceutíes marroquíes, españoles o algo intermedio? La presión social y la influencia cultural marroquí siguen presentes en muchas familias, lo que crea un dilema constante entre seguir las normas religiosas de Marruecos o adaptarse a las instituciones y realidades españolas. La religión no debería ser política, pero en una ciudad fronteriza como Ceuta, la línea que separa ambas es muy fina.
¿Y qué dice la comunidad musulmana ceutí?
En estos días, las redes sociales y los debates vecinales hierven con opiniones encontradas. Hay quienes defienden que Ceuta debe desligarse completamente de Marruecos en lo religioso, argumentando que somos ciudadanos españoles y debemos seguir lo que dicte la Comisión Islámica de España o las referencias internacionales en La Meca. Otros, en cambio, consideran que Marruecos es el espejo cultural más cercano y que la suspensión del Aid al Adha debería respetarse también en Ceuta.
Una oportunidad para reflexionar
Esta polémica es más que una simple cuestión de calendario. Es una oportunidad para que la comunidad musulmana ceutí reflexione sobre su identidad, su autonomía religiosa y el papel que Marruecos juega —o debería jugar— en la vida de los musulmanes españoles. En un momento en el que Ceuta necesita reafirmar su pluralidad y su convivencia, decisiones como esta ponen de manifiesto la complejidad de nuestra identidad colectiva.
Conclusión
¿Seguir a Marruecos o seguir a La Meca? Esa es la pregunta que muchos se hacen. Lo cierto es que, más allá de las decisiones políticas de cualquier país, la fe es personal. Y quizás ha llegado el momento de que la comunidad musulmana de Ceuta decida por sí misma, con voz propia, cómo quiere vivir y celebrar su religión, sin injerencias políticas ni interferencias externas.