La marcha daba comienzo en el Príncipe con unas 600 personas a las que se han ido sumando cientos de personas que, durante todo el camino, han entonado consignas en pro de la convivencia y contra el racismo. Al llegar a su punto final, en la Avenida Sánchez Prado, han dado lectura a un manifiesto
La manifestación por la convivencia y en contra del racismo daba comienzo en el Príncipe pasados cinco minutos de las cinco de la tarde. Unas 600 personas iniciaban la marcha desde el zoco de la barriada y, a medida que avanzaban por las calles, numerosos vecinos y vecinas se sumaban a una marcha cuyos participantes no han dejado de corear consignas contra el racismo, llegando a sumar casi 1.000 personas a la altura del puente del Quemadero y que, a su finalización en la Avenida Sánchez Prado, sumaba más de 6.000 personas, según los organizadores.
Una pancarta con el lema ‘Por la convivencia, el respeto e igualdad real’ abría la marcha de la manifestación donde también asomaban otros lemas como ‘El racismo no tiene cabida en nuestras instituciones’, ‘Se nos insulta y el gobierno aplaude’ o ‘Feminista y antirracista‘.
Durante el recorrido los manifestantes no han cesado de corear frases en alusión a la convocatoria, algunas como ‘Fuera racista’ o ‘Racismo legal, vergüenza nacional‘.
Rodeados por un fuerte dispositivo policial, a medida que los manifestantes avanzaban, numerosos ceutíes que esperaban el paso de la gran masa de personas se sumaban al recorrido. En la barriada de San José se concentraba un gran número de ciudadanos que al paso de los manifestantes han enarbolando distintas pancartas por la convivencia y que ha despertado los gritos de entusiasmo de todos los asistentes.
La manifestación más multitudinaria
Según algunos de los presentes esta es la manifestación más multitudinaria que ha tenido lugar en Ceuta. Al llegar a su destino final, a la Avenida Sánchez Prado, se procedió a la lectura de un manifiesto en el que se recordó que el «racismo no se tolera, se combate» y que la mejor arma para hacerlo no es solo «educar en el respeto«, sino «exigir la plena integración, luchar contra la pobreza y garantizar el acceso a derechos que nos están siendo restringidos gobierno tras gobierno». Unos derechos que logran la plena integración y «combaten la delincuencia y el vandalismo». No se trata, continuó el manifiesto «cuestión de raza, cultura, sangre ni origen como nos quiere vender el auge del fascismo desde su posición supremacista«.
En pro de la convivencia
Esta manifestación se justifica en el hecho de que «hay quienes se están encargando de romper nuestra convivencia, con sus comentarios, actos y desprecios, porque no es posible la convivencia cuando no hay igualdad y hay ciudadanos de primera y de segunda». Son las «dos Ceutas» a las que se ha aludido en el manifiesto que llegan a establecer los «máximos de pobreza extrema, desempleo, precariedad, fracaso escolar, absentismo marginación e infravivienda«.
«El fascismo señala a los marginados y les hace sospechosos…. Pretenden con el odio infundir desconfianza y miedos, hacerse con enemigos, evitar la empatía […] Solo un pueblo con conciencia crea una sociedad llena de esperanza, si nos dejamos arrastrar por la desconfianza, se rompe la convivencia».
Contra el futuro de la convivencia
El manifiesto también ha aludido a los mensajes de WhatsApp, supuestamente vertidos por integrantes de Vox o a los insultos de letras de chirigotas que «produce un daño a nuestra sociedad que atenta contra el futuro de la convivencia y de nuestros hijos, estigmatizándolos, acomplejándolos y estableciendo una distancia en función de las circunstancias de origen, que perpetúa la desigualdad«.
El fascismo es «ignorante y agresivo, no entiende la diversidad y su riqueza, no empatiza con la desigualdad y la pobreza, divide en marginados y señoritos, defiende a privilegiados frente a excluidos«.
Ceuta se ha unido de forma multitudinaria para denunciar la «enorme desigualdad existente, responsabilidad directa de nuestros gobernantes y que viene arrastrándose durante décadas«. Miles de voces se han unido para decir que «no vamos a callar más ni dejar pasar los odios que nos enfrentan y que el fascismo alarmante engendra».