Hay una carga mundial increíblemente alta de enfermedades de transmisión sexual, que afectan a más de 370 millones de personas al año y causan la muerte de 200.000 bebés. La ONU pide una mayor acción de los países para detener su propagación
Una de cada 25 personas tiene al menos una enfermedad de transmisión sexual curable, alerta un nuevo informe publicado este jueves por la Organización Mundial de la Salud.
La investigación resalta que los países no están haciendo lo suficiente para detener la propagación de estas infecciones que se transmiten a un millón de personas diariamente, y advierte que si no se tratan, pueden tener un impacto profundo en la salud de los adolescentes, adultos y niños que ni siquiera han nacido.
«Esta es una llamada de atención para lograr un esfuerzo concertado y asegurar que todos, en cualquier lugar, puedan acceder a los servicios que necesitan para prevenir y tratar estas enfermedades debilitantes», expresó en un comunicado de prensa el doctor Peter Salama, director ejecutivo de la Cobertura Universal de Salud de la Organización.
Los efectos negativos de las cuatro dolencias de transmisión sexual curables que se tratan en el informe (clamidia, gonorrea, sífilis y tricomoniasis) incluyen alteraciones neurológicas y cardiovasculares, infertilidad, complicaciones del embarazo, muerte fetal y un mayor riesgo de adquirir el VIH.
“Una de cada 25 personas en el mundo tiene al menos una de estas enfermedades curables, pero algunas tienen varias al mismo tiempo”, aseguró durante la presentación a la prensa del informe la doctora Melanie Taylor, epidemióloga médica del Departamento de Salud Reproductiva e Investigación de la OMS.
Desde que la Organización publicó las estimaciones sobre los niveles de propagación de estas infecciones en 2012 no ha habido una disminución sustancial.
Altos niveles de propagación
De las más de 376 millones de infecciones destacadas en el informe entre hombres y mujeres de 15 a 49 años (hasta 2016), la tricomoniasis fue la más común, con 156 millones de casos; seguida de la clamidia (127 millones de casos) y la gonorrea (87 millones).
La sífilis (6,3 millones) causó un estimado de 200.000 muertes fetales y neonatales en 2016, lo que la convierte en una de las principales causas de muerte de bebés a nivel mundial.
Si bien las enfermedades bacterianas pueden tratarse y curarse con medicamentos ampliamente disponibles, la escasez reciente en el suministro mundial de penicilina y benzatínica ha dificultado el tratamiento de la sífilis.
La resistencia antimicrobiana a los tratamientos de gonorrea también se está convirtiendo en una amenaza creciente para la salud, y puede hacer que la enfermedad sea imposible de tratar, advierte el informe.
En total, se sabe que más de 30 bacterias, virus y parásitos diferentes se transmiten por contacto sexual sin protección. Algunos también pueden ser transmitidos por sangre o productos sanguíneos infectados, junto con agujas sucias compartidas por consumidores de drogas.
El peligro de la transmisión maternal
Además de las cuatro cuatro dolencias curables cubiertas en el informe de la OMS, otras cuatro son virus incurables: hepatitis B, virus del herpes simple (VHS o herpes), VIH y virus del papiloma humano (VPH).
Muchas de estas enfermedades como la clamidia, la gonorrea, la hepatitis B, el VIH y la sífilis también pueden transmitirse de madre a hijo durante el embarazo y el parto.
Si bien algunas de estas enfermedades pueden ser asintomáticas, es decir quienes las padecen no muestran signos evidentes de ello, los síntomas más comunes incluyen un flujo vaginal uretral anormal, la sensación de ardor al orinar en los hombres, las úlceras genitales y el dolor abdominal. Los síntomas o enfermedades debidas a infecciones virales incurables pueden reducirse o modificarse mediante el tratamiento.
Entre sus recomendaciones, la OMS aboga por el uso correcto y consistente del condón y la educación sobre salud sexual.
Las pruebas y el tratamiento oportunos y asequibles también son cruciales para reducir la carga de estas enfermedades en todo el mundo, insiste la agencia de las Naciones Unidas, al tiempo que pide que las mujeres embarazadas sean examinadas sistemáticamente para detectar la sífilis y el VIH.
La responsabilidad es de todos
“Las enfermedades de transmisión sexual no están recibiendo atención suficiente. Continuamos estigmatizando a la gente que las sufre, les negamos el cuidado y fallamos en su prevención. Necesitamos hablar abiertamente de esto, ya que estas infecciones no deberían ser tratadas diferente a cualquier otra, tampoco podemos pretender que no existen”, aseguró la especialista Theodora Wii.
Para la doctora Wii, la responsabilidad es de todos comenzando por los legisladores que deben aumentar la inversión en el control, prevención y tratamiento de estas infecciones y apoyar a los investigadores para encontrar maneras efectivas de afrontarlas, a través de por ejemplo, un mayor acceso a los datos.
“Los pacientes también deben ser abiertos respecto a su sexualidad para poder recibir el tratamiento adecuado, y educarse sobre cómo protegerse y diagnosticarse, además de mantener una conversación saludable y sincera con sus parejas”, agregó Wii.
Según la experta de la OMS, los medios de comunicación también juegan un gran papel a través de la difusión de programas sobre educación sexual y de una mayor información y promoción sobre el uso del preservativo. Los padres y los maestros deben mantener una conversación constante y clara con los adolescentes al respecto.