Tras la agresión sufrida por un chico transexual esta semana en Ceuta, la Plataforma LGTBI+ ha dado a El Foro de Ceuta una serie de consejos para saber como actuar y sobre todo como acabar con este tipo de comportamientos. Su cofundadora, Alicia Vivo, se refiere a la educación como la clave para acabar con estas agresiones y pone en el punto de mira a la ultraderecha y su discurso de odio
Esta semana se ha denunciado a través de las redes sociales la agresión sufrida por un chico transexual. Insultos, gritos, humillaciones e incluso agresiones físicas. «Me llamaban maricón entre otros insultos, preguntaban si era muchacho o muchacha, evidentemente dije que era un chico, pues lo soy. Ellos lo negaban, me seguían insultando. Me pidieron que enseñara mi entrepierna para demostrarlo», cuenta este chico a través de una cuenta de Instagram, «me levantaron y empezaron a empujarme, me patearon, las amenazas y golpes no paraban. Me enseñaron también un vídeo de un señor a quien le estaban cortando la cabeza, diciéndome que esto mismo me harían a mi».
Por desgracia, esta situaciones son más comunes de lo que muchas veces pensamos. No se trata de un caso aislado. Tal y como ha explicado a El Foro de Ceuta, la cofundadora de la ‘Plataforma LGTBI+‘ de Ceuta, Alicia Vivo, aunque esta es la primera agresión física sobre la que ha tenido conocimiento su asociación desde que se creó, sí que son más las agresiones verbales que numerosos chicos y chicas, por su género o condición, denuncian a la Plataforma. «Siempre nos han llegado insultos. Agresiones es la primera vez, de hecho no nos ha llegado a nosotros, ha sido a través de redes sociales, no se han puesto en contacto con nosotros», explica Vivo. Esto no quiere decir que no existan, sino que, en muchas ocasiones no se denuncian.
Ejemplo de la existencia de esta lacra es la denuncia que se realizó a través de este medio el pasado agosto, sobre las agresiones y la situación vivida por Thalia, Mahassim y Altagracia, tres mujeres transexuales que en ese momento vivían en el CETI de Ceuta, a donde llegaron huyendo precisamente de la homofobia que sufrían en su país, pero que no cesó al conseguir llegar a España.
“Este domingo íbamos caminando por Benitez, y un grupo de chavales de Ceuta nos tiraron piedras y nos echaron varios perros para que nos atacasen, tuvimos que salir corriendo por la carretera, tenemos mucho miedo de que nos pase algo”. Altagracia se lamenta “creo que me van a matar“. Este es tan solo uno de los testimonios de estas tres personas a las que han agredido, acusado de abuso e incluso intentado atropellar, a raíz de su condición de género.
¿Cómo actuar ante estas situaciones?
Lo primero es denunciar los hechos, hay que poner este tipo de situaciones en conocimiento de las autoridades. «Lo que aconsejo siempre es que ante estas situaciones lo primero es un parte hospitalario, después irse a la policía, donde ya se abre un parte de investigación y luego ya se denuncia públicamente», explica Vivo. Denuncias que deben realizarse, además, no solo si se sufre violencia física, también psicológica o agresiones verbales, antes de publicarlo en redes sociales.
«Si lo publicamos está bien porque concienciamos y hacemos a la gente partícipe, pero no estamos reclamando nuestros derechos ante el penal, es decir, no lo estamos llevando a juicio. Lo que hay que hacer es contabilizarlo y que las instituciones y las administraciones se pongan manos a la obra y que trabajen de una vez por todas para poder erradicar esto», afirma Alicia Vivo, que defiende la publicación de estas situaciones en las redes sociales, ya que esto da visibilidad y permite concienciar a la población, pero lo principal es realizar una denuncia formal.
«Lo que necesitamos es que haya una estadística, que se contabilice y no quede como un caso aislado. Esto no es una rayita en el océano, sucede todos los días en la calle y en domicilios. Sucede a diario», señala la cofundadora de la Plataforma LGTBI+.
La clave está en la educación
La homofobia o la transfobia, al igual que otros comportamientos de odio como el racismo, se deben combatir desde el principio, desde que somos pequeños y eso solo puede hacerse a través de la educación. «Si en el colegio toleramos y permitimos que eso sean comportamientos de niños o de niñas, estamos generando y creando adultos agresivos. La época de la infancia y la adolescencia es la época en la que más podemos influir positivamente sobre los jóvenes. Las personas adultas estamos para aportar, no para excluir a los jóvenes, sea cual sea su orientación, su género, su raza o su condición social», apunta Alicia Vivo.
Una educación inclusiva en la que, para la Plataforma LGTBI+ de Ceuta, las administraciones aún tienen deberes pendientes. «Si los instrumentos necesarios estuvieran puestos sobre la mesa y se estuviera estudiando de una manera estructural, no en referencia al colectivo, sino para todos, todas y todes, para absolutamente toda la sociedad, esto no estaría pasando. Algo va mal«, sentencia Vivo, que fija la mirada, además, en el discurso político de los partidos de ultraderecha, tan emergentes en la actualidad, y que ponen en jaque a prácticamente todos los colectivos minoritarios.
«Lo que vamos a conseguir es que una lucha de muchísimos años, se vaya al traste y que todo lo que hemos hecho, lo que se sigue haciendo y lo que está por venir, caiga en saco roto», lamenta, advirtiendo de todo lo que se ha conseguido en los últimos años: «El salto generacional que hemos tenido en el periodo de estos 15 años, desde la legalización de los matrimonios igualitarios, hemos gozado de una libertad, aunque limitada. Los partidos de ultraderecha, que están desvalorizando a este colectivo, que los están utilizando como un arma de contraataque político, eso no lo podemos consentir.»
La pandemia también ha afectado a este tipo de violencia
La pandemia por la que atravesamos y, sobre todo, el confinamiento, han afectado notablemente a la violencia doméstica. No es ningún secreto que la violencia de género ha aumentado durante el confinamiento ya que, el encerramiento y la imposibilidad de separarte de tu agresor han sido un caldo de cultivo perfecto para que las mujeres que sufren este tipo de violencia se vean aún más afectadas.
Desde la Plataforma LGTBI+ de Ceuta también han observado un aumento de la violencia en los domicilios contra las personas transexuales. «Por ejemplo durante la cuarentena si me escribieron varios chicos y chicas de la península. En Ceuta no he tenido conocimiento. Pero si que preguntan como ponerse en contacto con asociaciones de sus ciudades, o como poder denunciar una violencia en el domicilio de sus padres», cuenta Alicia Vivo, que ha mantenido contacto con varios jóvenes transexuales durante el periodo de confinamiento por estos motivos.
«El tener un encerramiento con miembros de tu familia que no te aceptan, si ya el confinamiento en sí hace mella y nos está generando un desgaste psicológico brutal, tenemos que tener en cuenta que esas personas están sufriendo su confinamiento personal por la pandemia y luego una exclusión social por parte de su familia. Psicológicamente no acabas bien. Eso es un desgaste emocional que está pasando factura», concluye la fundadora de la Plataforma LGTBI+.