El Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) ha puesto sobre la mesa la necesidad de abrir la pista deportiva y el local social del barrio Juan XXIII, una demanda que consideran esencial para fomentar la actividad física y el bienestar social en la comunidad.
Durante la última reunión de la Junta Rectora del Instituto Ceutí de Deportes (ICD), los representantes del MDyC subrayaron la importancia de revisar las tasas de alquiler de las instalaciones deportivas. Según el grupo localista, los precios actuales son un obstáculo para muchos ciudadanos que desean utilizar estos espacios.
El MDyC argumenta que la apertura de estas instalaciones no solo promovería un estilo de vida saludable, sino que también serviría como un punto de encuentro para los residentes del barrio, fortaleciendo así el tejido social. La pista deportiva y el local social han estado cerrados durante un periodo prolongado, lo que ha limitado las oportunidades de interacción y recreación en la zona.
En su propuesta, el MDyC sugiere que el ICD realice un estudio detallado sobre las tarifas actuales y explore opciones para reducirlas. Esto podría incluir la implementación de tarifas diferenciadas según el uso o la frecuencia, así como descuentos especiales para grupos específicos como jóvenes, personas mayores o familias numerosas.
Además, el MDyC ha instado al ICD a considerar la posibilidad de establecer programas comunitarios que aprovechen estas instalaciones una vez abiertas. Estos programas podrían incluir desde ligas deportivas locales hasta talleres de salud y bienestar, todos diseñados para maximizar el uso de los espacios y beneficiar a la comunidad.
La respuesta del ICD a estas propuestas aún está pendiente, pero el MDyC se mantiene optimista sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo que beneficie a todos los involucrados. Mientras tanto, continúan trabajando en colaboración con otras organizaciones locales para asegurar que las voces de los residentes de Juan XXIII sean escuchadas.
En conclusión, la apertura de la pista deportiva y el local social de Juan XXIII, junto con una revisión de las tarifas de alquiler, podría significar un cambio positivo para el barrio. Estas acciones no solo facilitarían el acceso a actividades deportivas, sino que también fortalecerían la cohesión social y mejorarían la calidad de vida de sus habitantes.