Fenómeno de amnesia colectiva en el Caso San Agustín: la frase más repetidas entre los testigos “amigos” del acusado han sido “no lo recuerdo” y “que yo recuerde no”. En el juicio ya han declarado los ex alumnos, un total de 17, que mantenían conversaciones y aparecían en las fotos y vídeos eróticos que poseía su profesor
La segunda jornada del juicio contra el ex profesor de los Agustinos se ha retomado pasadas las 17:30 horas de la tarde de este martes, tras el receso para comer, con la declaración de otros tres testigos, de los que el acusado poseía vídeos y fotografías en sus dispositivos cuando eran sus alumnos y menores de edad. En total estaban llamados como testigos 20 jóvenes y han testificado 17, tras la renuncia de las partes a tres de ellos.
Al docente se le acusa de diferentes delitos, como abuso sexual, inducción a la prostitución y elaboración de pornografía infantil de al menos 13 de sus alumnos menores de edad desde el año 2003, por los que se enfrenta a más de 50 años de prisión.
Los testigos que han declarado esta tarde ha vuelto a seguir en la línea de los anteriores con un objetivo: exculpar al profesor. Con un discurso casi calcado, incluso en las contradicciones, en todas las versiones de los declarantes -excepto la del denunciante- coinciden las claves: eran los menores los que le pedían ser fotografiados, todos tenían acceso libre al teléfono móvil del adulto, casi todos recibían regalos -colonias, ropa interior, bañadores- y a todos los invitaba a restaurantes caros y a su casa.
Además, el laboratorio del colegio, los vestuarios y la vivienda del maestro son escenarios de muchas de las fotografías en las que salen desnudos o semidesnudos. Coincide también que muchos formaban parte de la cofradía Las Penas. Entre las conductas que tenía con ellos, corroboradas por las declaraciones de varios testigos, se encuentran los masajes mutuos, conversaciones con apelativos cariñosos como “te quiero”, “mi amor”, “mi vida”, o “me pongo celoso si no estas conmigo”, así como las depilaciones que les hacía el acusado.
Más conversaciones de WhatsApp y fotografías eróticas
Entre los nuevos chats expuestos esta tarde en la vista oral, el acusado le decía a otro de sus alumnos menor de edad cosas como: “Haz el favor de hacerte esas fotos con gayumbos que te vea esas magníficas piernas”; “me encantaba verte correr y jugar al fútbol. Tenías unas piernas que bufff…”; “siempre te cambiabas en mi cuartillo, ¿te acuerdas? no te mezclabas con el populacho”; “me llamaban la atención tus piernas, digo, hay que ver lo bien formadas que las tiene, y haciendo gimnasia”; “si si, me encantaba mirarte, es que eras un niño guapísimo”.
“Siempre se me ponía durísima cuando me depilabas de pequeño”, le dijo uno de los testigos al acusado en una de esa conversaciones. “Te acuerdas de una vez que nos pusiste a otro y a mí en el cuarto del ordenador, que nos depilaste a los dos. Con la cámara pequeña que tenías, que nos hiciste fotos”, añadió en la misma, pero una vez más no se acordaba de esa conversación. El mismo reconoció que ya mayor de edad ha enviado fotos y vídeos de carácter erótico al acusado, recibiendo una compensación económica a cambio por parte del exprofesor, tal y como ha podido demostrar la fiscal.
“Normalmente no teníamos este tipo de conversaciones con otros profesores, no teníamos la misma confianza”, ha reconocido uno de ellos.
Fenómeno de amnesia colectiva
La fiscal ha seguido mostrando las fotografías a los diferentes jóvenes, que se iban identificando en las mismas, aunque sufriendo una importante amnesia sobre el contexto de las mismas.
De uno de ellos, el acusado tenía fotos de pequeño, joven y adulto, y completamente desnudo en los diferentes escenarios -su casa y colegio-, que al serle mostradas ha vuelto a insistir en que no recordaba de cuándo eran, ni quién las había hecho.
El juez ha advertido en numerosas ocasiones a este joven que si miente está cometiendo un delito de falso testimonio, pese a lo que el testigo ha seguido incidiendo en que no se acuerda de nada de lo que la fiscal le lee -conversaciones de WhatsApp- o que le pregunta -ni si iba a comer a su casa, si le invitaba o si le hacía fotografías-. Aunque éste recordaba perfectamente que le regaló una medalla de la Macarena y otra medalla de otra virgen.
A las preguntas de la defensa, los testigos “amigos” del acusado son más proactivos a responder y tiene mucha mejor memoria, recordando detalles precisos de determinadas cosas.