Una decena de médicas del Hospital Universitario de Ceuta reclama al INGESA el abono de guardias no realizadas durante el embarazo o el periodo de maternidad.
El Tribunal Supremo, ya reconoció, en enero de 2017, el derecho a percibir guardias no realizadas durante la situación de riesgo durante el embarazo y lactancia.
Según alega este grupo de médicas que reclama el abono de guardias al INGESA, «la exención de guardias para una médica durante el embarazo constituye un derecho de protección de su salud y la de su hijo. No pueden recaer sobre la mujer embarazada unas consecuencias laborales y económicas que no han sido buscadas ni queridas por ella, ya que le vienen impuestas en relación a su maternidad«.
Cabe destacar que en periodos vacacionales un médico sigue cobrando lo que le correspondería en caso de trabajar y realizar sus guardias. De hecho, tal y como señala este grupo de médicas, «otros sistemas de salud nacionales, en aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y protegiendo a la mujer médico embarazada, ya se han adaptado para no perjudicar las retribuciones de las mujeres embarazadas, aplicando directamente un prorrateo de guardias, sin necesidad de ser reclamado por las facultativas».
De hecho, esta decena de mujeres afectadas advierte que «en los últimos años, numerosas sentencias han dado la razón a las facultativas, reconociendo el derecho a cobrar las guardias. Ya el Tribunal Supremo, el 24 enero de 2017, reconoció el derecho a percibir guardias no realizadas durante la situación de riesgo durante el embarazo y lactancia. Sufrir una disminución salarial por el mero hecho de haberse acogido a una adaptación de su puesto de trabajo por riesgo durante el embarazo y lactancia, supone una vulneración del derecho a la igualdad y la no discriminación de la mujer».
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