El mes de marzo ha sido una especie de montaña rusa para los datos epidemiológicos en el que hemos pasado de estar dejando atrás la tercera ola para zambullirnos de cabeza en la cuarta a comienzos de abril
La situación epidemiológica en Ceuta ha pasado de mostrar luz al final del túnel a principios de marzo a provocar un derrumbamiento que ha tapiado la salida de la tercera ola y nos ha sumergido directamente en la cuarta. Así lo cree el servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Ceuta que alerta de que en pocos días Ceuta ha vuelto a tener una incidencia acumulada que cuadriplica la media nacional y niveles de ocupación de camas UCI muy elevados durante semanas que, prácticamente, solo se han visto aliviados por fallecimientos de pacientes (16 entre marzo y lo que llevamos de abril).
De las voces de alarma que llegan desde Medicina Preventiva se ha hecho eco la coalición localista Caballas a través de su coordinador general, Mohamed Ali. El líder localista ha publicado en redes sociales que «la situación de Ceuta respecto al COVID-19 es muy grave, según datos de Medicina Preventiva será dramática en ingresos y muertes si sigue la extensión del brote con esta velocidad» y ha instado al Gobierno de la Ciudad a poner fin a «la picaresca de los desplazamientos e intensificar las medidas«.
Se espera que en el próximo decreto de restricciones se vuelva a ampliar el horario del toque de queda nocturno a las 22:00 horas y las reuniones al aire libre de no convivientes sean de cuatro personas como máximo.