El hábito de llevar el móvil al baño y pasar largos minutos revisando redes sociales, noticias o compras en línea podría tener consecuencias negativas para la salud. Según expertos, permanecer sentado en el inodoro más de 10 minutos aumenta el riesgo de hemorroides y debilita los músculos del suelo pélvico.
El tiempo límite: entre 5 y 10 minutos
La doctora Farah Monzur, profesora adjunta de medicina y directora del Centro de Enfermedades Inflamatorias Intestinales en Stony Brook Medicine, Nueva York, advierte que el tiempo recomendado para estar en el baño es de 5 a 10 minutos como máximo. Coincide el doctor Lai Xue, cirujano colorrectal del Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern, quien señala que el tiempo prolongado en esta posición es un factor común entre los pacientes con molestias relacionadas.
El impacto de la gravedad
El doctor Xue explica que el problema radica en la física del cuerpo humano. Al sentarse en un inodoro, la posición y la gravedad afectan la circulación sanguínea en la parte inferior del cuerpo.
“El asiento del inodoro comprime los glúteos, manteniendo el recto en una posición más baja que si estuvieras en una silla o sofá. Esto provoca que la sangre fluya hacia esa zona, pero el retorno al corazón se ve dificultado, lo que genera acumulación en las venas y vasos sanguíneos del ano y recto inferior», señala Xue. Este fenómeno puede derivar en el desarrollo de hemorroides, que son venas hinchadas y dolorosas.
Consecuencias para la salud pélvica
Además del riesgo de hemorroides, pasar demasiado tiempo sentado en el baño puede debilitar los músculos del suelo pélvico. Esto incrementa la probabilidad de sufrir problemas como incontinencia urinaria o dificultades para evacuar.
Recomendaciones de los expertos
- Limitar el tiempo en el baño. Intenta no superar los 10 minutos y evita el uso de dispositivos electrónicos que prolonguen la estancia.
- Mantener una buena postura. Si necesitas pasar más tiempo, asegúrate de estar en una posición cómoda que no genere presión excesiva en la zona pélvica.
- Promover hábitos intestinales saludables. Una dieta rica en fibra y una adecuada hidratación favorecen una evacuación rápida y sin complicaciones.
Reducir el tiempo en el baño y adoptar prácticas saludables no solo mejora la salud intestinal y pélvica, sino que también ayuda a evitar complicaciones innecesarias relacionadas con este hábito tan cotidiano.