Con carácter previo, la Ciudad solicitó autorización a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para realizar estos trabajos de urgencia. Las tareas incluyen la limpieza y eliminación de escombros, así como la restauración del hábitat del arroyo
El consejero de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, Yamal Dris, y el director general Alfonso Conejo han visitado hoy las inmediaciones de la urbanización La Colina, donde, durante este mes de agosto, se han originado varios conatos de incendio.
Atendiendo al riesgo de que se volvieran a producir y las demandas vecinales, Medio Ambiente cursó solicitud a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, como titular principal del dominio público afectado, para que la misma autorizara la realización de trabajos de urgencia.
En consecuencia, este mismo fin de semana una cuadrilla de una decena de trabajadores de Medio Ambiente, bajo la supervisión del controlador de montes, José Antonio López, ha efectuado labores de prevención de incendios e inundaciones en el barranco, que incluyen la limpieza, eliminación de escombros o cualquier otro elemento de cauce o zonas de servidumbre, así como restauración y conectividad natural del hábitat del arroyo, lo que reducirá la impermeabilidad y erosión del suelo, favoreciendo asimismo la captación de aguas pluviales, el drenaje sostenible y la capacidad de desagüe del cauce. En dichas tareas están colaborando tanto personal técnico de las Brigadas Verdes como de TRAGSA.
Así, la limpieza se está ejecutando desde la zona más baja del cauce y hacia arriba, por el área en el que, actualmente, no existe vegetación de ribera. De igual modo, se están retirando los sedimentos y arrastres que lo colmatan e impiden el normal discurrir del agua, respetándose meandros que, incluso, se recuperarán.
Además de residuos de todo tipo, también se están eliminando cañas (Arundo donax), zarzas comunes (Rubus ulmifolius), carrizos (Phragmites australis) y otras especies exóticas invasoras existentes en el lecho y los taludes del cauce, puesto que suponen una importante dificultad al flujo del agua e incrementan el riesgo de que se produzcan incendios.
Otras especies arbóreas existentes en el lecho del arroyo podrán mantenerse en su localización actual o, en el caso de que se haga necesaria su retirada, serán replantadas en los taludes, que podrán revegetarse con especies arbustivas de ribera autóctonas (taraje, majuelo, adelfa, sarga blanca o roja, mirto o arrayán), y en su coronación de porte arbóreo (fresno, sauce, sauce blanco sarga negra, álamo blanco, chopo, aliso, almez, higuera, olmo y abedul).
Estas actuaciones entrañan dificultad ya que, sobre todo en los taludes, no pueden realizarse nuevos accesos que afecten a la vegetación de la ribera existente, ni modificar el trazado ni anchura natural del cauce o alterar el perfil del lecho fluvial sin profundizar por debajo, ni elevar la cota de los márgenes actuales. Todo ello bajo la supervisión de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
El material retirado, materia orgánica, ramas secas o, en su caso, residuos urbanos, será trasladado por el Parque Móvil y entregados a la planta de transferencia de residuos. El objetivo es el de mantener el cauce libre de obstáculos para su desagüe.