Ceuta ha registrado este sábado una nueva oleada de entradas de menores marroquíes a través del espigón de la bahía sur, aprovechando las malas condiciones del mar para burlar la vigilancia fronteriza. Desde las seis de la tarde, entre 20 y 30 menores han cruzado a nado, poniendo en riesgo sus vidas en un intento desesperado por llegar a la ciudad autónoma.
El fuerte temporal que azota la costa ceutí ha servido como escudo para los menores, quienes, ante la suposición de una disminución de la vigilancia fronteriza, se han lanzado al mar con la esperanza de alcanzar suelo español. Según fuentes oficiales, algunos de los jóvenes que lograron llegar fueron rescatados por las autoridades locales y trasladados a los centros de acogida, mientras que otros fueron llevados a dependencias policiales antes de su derivación a los recursos de la ciudad.
A lo largo de la tarde, los intentos de entrada se han producido de forma continua, en un goteo de jóvenes que han arriesgado sus vidas para cruzar el espigón. No todos han tenido éxito; varios grupos se echaron al mar, pero algunos se vieron obligados a retroceder ante la imposibilidad de sortear las olas, que presentaban un peligro mortal debido al fuerte oleaje.
Con esta última oleada, la ciudad autónoma de Ceuta sigue enfrentando un desafío humanitario de gran envergadura, ya que estos menores se suman a los ocho que habían logrado entrar en las horas previas. La situación pone de relieve las dificultades de las autoridades para gestionar la llegada de menores no acompañados en un contexto de condiciones meteorológicas adversas y limitados recursos de acogida.
La respuesta de las fuerzas de seguridad y los servicios sociales ceutíes continúa siendo crucial para salvaguardar la integridad de estos jóvenes y proporcionarles un refugio seguro tras su arriesgado cruce.