Un grupo de migrantes irregulares consiguió infiltrarse recientemente en la Isla. Según fuentes locales, los migrantes esperaban la llegada de una lancha rápida que los trasladaría hacia las costas españolas.
Las fuerzas de la Gendarmería Real y la Marina Real marroquíes, tras recibir una alerta sobre la presencia de los migrantes en el islote, intervinieron rápidamente. Las autoridades lograron obligar a los migrantes a abandonar la isla y detuvieron a unas 20 personas, quienes fueron trasladadas a los centros de la Gendarmería para ser interrogadas bajo la supervisión de la fiscalía correspondiente.
Se sospecha que bandas locales de la región de Belyounech, conocidas por su implicación en el tráfico de personas, organizaron este intento de migración. Estas redes suelen esconder a los migrantes en las rocas y cuevas del islote de Perejil, guiándolos por rutas específicas hasta este punto mientras esperan ser trasladados en embarcaciones hacia España.
El mes pasado, la Guardia Costera española interceptó una lancha rápida que había partido desde la playa de Belyounech con varios migrantes a bordo. El conductor de la embarcación fue detenido, mientras que los migrantes fueron devueltos a Marruecos. Además, las autoridades emitieron una orden de búsqueda contra uno de los organizadores de esta travesía ilegal, un joven de la misma localidad.
La creciente actividad de estas redes de tráfico humano en la región de Belyounech sigue representando un desafío para las autoridades de ambos lados del Estrecho de Gibraltar, quienes trabajan de manera conjunta para frenar este fenómeno.