Rusia lanza por primera vez durante la guerra un misil balístico intercontinental capaz de portar ojivas nucleares.
En las últimas horas, Ucrania ha lanzado una serie de misiles de crucero Storm Shadow proporcionados por el Reino Unido hacia territorio ruso, según informan medios británicos. Este ataque se produce un día después de que Ucrania también utilizara misiles ATACMS de largo alcance, suministrados por Estados Unidos. En respuesta, Moscú ha ampliado las condiciones bajo las cuales el presidente Vladimir Putin puede recurrir a armas nucleares, un ajuste sin precedentes en la doctrina nuclear rusa. Desde Londres, se anticipa una fuerte respuesta del Kremlin en las próximas horas.
Expertos políticos opinan que, a pesar de este endurecimiento en la postura de Moscú, Putin probablemente no recurra a un ataque nuclear directo, pero es probable que intensifique las tácticas de guerra híbrida, como la desinformación y el terrorismo. Por su parte, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski continúa presionando al canciller alemán Olaf Scholz para que apruebe el envío de misiles Taurus de largo alcance, con el objetivo de atacar objetivos estratégicos en territorio ruso, incluidos los depósitos de misiles y armas utilizadas por Rusia para atacar a las fuerzas ucranianas y a la población civil.