La muerte de Álvaro Pérez Ortega, un joven de 20 años, ha dejado un profundo impacto en Ciudad Rodrigo, Monsagro y toda la comarca. La inesperada tragedia, rodeada de extrañas circunstancias, sigue siendo objeto de una investigación bajo secreto de sumario, mientras amigos, familiares y vecinos tratan de asimilar la pérdida.
El pasado viernes, Álvaro desapareció tras salir repentinamente diciendo a sus amigos que iba en busca de una lona para su peña, aunque ya contaba con una. Su ausencia levantó la alarma, iniciándose una búsqueda que culminó con el hallazgo de su cuerpo sin vida alrededor de las seis de la tarde, oculto bajo un montón de paja en una finca cerca de la carretera de Sanjuanejo, próxima a los alojamientos rurales ‘Cantarranas’. Fue su padre, siguiendo la señal de una aplicación de geolocalización, quien encontró el cadáver.
Revelaciones inquietantes
Lo que en un principio parecía un caso trágico pero fortuito, pronto dio un giro inquietante. Según confirmó el delegado del Gobierno en Castilla y León, Nicanor Sen, la autopsia reveló heridas por arma blanca y “marcas en el cuello” de posible origen violento. Estas evidencias han llevado al Juzgado de Ciudad Rodrigo a decretar el secreto de las actuaciones mientras la Guardia Civil continúa con las pesquisas.
A pesar de los rumores sobre una posible detención, a nivel oficial no se ha comunicado novedad alguna hasta el momento. La investigación sigue en marcha y el hermetismo por parte de las autoridades mantiene en vilo a la comunidad.
El adiós de una comunidad rota por el dolor
Mientras las incógnitas persisten, las muestras de pesar no han cesado. Álvaro, un apasionado del deporte, fue recordado con gran cariño por sus compañeros del Club Deportivo Tres Columnas y del Miróbriga Futsal, equipo en el que jugaba actualmente. En un emotivo homenaje, el club compartió una imagen en redes sociales con la camiseta número 12, su dorsal, acompañada del mensaje: “Va por ti, Alvarito”.
El velatorio y funeral, celebrados este lunes en la iglesia parroquial de El Salvador, fueron multitudinarios. El templo quedó pequeño para acoger a la gran cantidad de amigos, familiares y vecinos que acudieron a despedirse del joven. Este martes, el IES Francisco de Diego, donde Álvaro estudió, organizará un acto en su memoria a las 12:00 horas. El homenaje incluirá una lectura colectiva y la formación de un gran lazo negro, para lo cual se ha pedido a los asistentes vestir ropa negra.
Un vacío difícil de llenar
La muerte de Álvaro ha dejado un vacío inmenso en la vida de quienes le conocieron. Su carácter alegre y su pasión por el deporte lo convirtieron en una figura querida en su comunidad. Mientras la investigación avanza, la comarca se une en el dolor y la esperanza de que pronto se esclarezcan los hechos que rodearon su trágica partida.