El exdiputado ha subrayado que «si pudiera volver atrás, evitaría el tono y las formas que tuve. Pero no la contundencia ni el plantarles cara. No se puede renunciar a eso. No solo atentan contra quien tiene en frente, sino contra gran parte del conjunto de la ciudad»
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El periodista Jairo Vargas Martín ha entrevistado en el diario digital Público al exdiputado, Mohamed Alí, sobre el juicio de delito de odio contra Vox. La denuncia se debe a cuando Alí respondió en la Asamblea a comentarios de Vox y casi acaban en pelea. La pasada semana Alí tuvo conocimiento que ese pleno acabará en juicio, en concreto, por un posible delito de odio contra los diputados de la ultraderecha.
En la entrevista comenta Alí que «sigo estupefacto. Todo surge en un pleno en el que estoy hablando de la necesidad de un tratado de buena vecindad con Marruecos, dada la cercanía. Se me interrumpe por parte de la bancada de Vox en varias ocasiones, se me insulta y así surge una discusión muy subida de tono. Era un pleno posterior a la publicación de esos famosos WhatsApp de la dirección de Vox en los que insultaba y vilipendiaba a toda la población musulmana de Ceuta. Cuando se me interrumpe pasa todo lo que se en los vídeos».
Asimismo, apunta el exdiputado que «si pudiera volver atrás, evitaría el tono y las formas que tuve. Pero no la contundencia ni el plantarles cara. No se puede renunciar a eso. No solo atentan contra quien tiene en frente, sino contra gran parte del conjunto de la ciudad. Pero es mejor enfrentar desde el sosiego, aunque con firmeza. No se puede ceder ni un ápice antes los verdaderos discursos de odio».
Mohamed Alí resaltó sobre Vox que «el impacto es delicado y preocupante. Muchas veces negativo. Se genera polarización y se crea un debate que no debería formar parte de las prioridades de la gente. Y mucha gente se posiciona y se pronuncia. Sí, hay crispación también fuera de la política. Y es pernicioso para la convivencia en sociedad».