María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Gobierno y vicesecretaria general del PSOE, ha acusado al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, de dirigir un «discurso golpista» contra el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. Según Montero, Feijóo no acepta los resultados de las urnas y su único objetivo es «derribar, tumbar y derrocar a un Gobierno democrático».
Desde Sevilla, antes del Congreso Federal del PSOE que reafirmará a Sánchez como secretario general, Montero defendió que el presidente cuenta con «el cariño, el respeto y la legitimación de la militancia socialista de toda España». Afirmó que «el PSOE está movilizado en torno a su secretario general, pese a lo que diga el señor Feijóo».
La respuesta de Montero se produce tras las declaraciones de Feijóo, quien instó a Sánchez a «retirarse» de la secretaría general del PSOE y dejar la presidencia del Gobierno, debido a «sospechas de corrupción». Montero criticó estas palabras como un intento de «debilitar» al PSOE ante su Congreso, ya que «le tienen miedo».
Montero también instó al PP a presentar una moción de censura si realmente tienen un proyecto alternativo para España. Sin embargo, señaló que «no lo van a hacer porque están solos con la ultraderecha».
Además, Montero criticó que Feijóo base su oposición en «recortes de prensa con bulos y desinformación», refiriéndose a la denuncia contra Begoña Gómez, esposa de Sánchez, presentada por el sindicato Manos Limpias. Según Montero, estas acusaciones solo benefician al PP, que actúa como «vocero» de intereses oscuros.
Por su parte, el secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, respaldó las críticas de Montero, afirmando que «la credibilidad de Feijóo y de Aldama es la misma: ninguna». Lamentó los ataques «viles» contra Sánchez y su familia, algo que considera inaceptable.
En cuanto al Congreso del PSOE, Montero destacó que hay «unanimidad» en torno a Sánchez como líder del partido. Subrayó la importancia del diálogo y el entendimiento dentro del partido, frente a una derecha que, según ella, solo busca centrar el debate en la corrupción en lugar de en las oportunidades para los ciudadanos.