Lo que debía ser un tranquilo traslado al hospital para Ana María, una mujer embarazada de nueve meses, terminó en un parto inesperado en plena vía pública. La mujer, que sufría fuertes contracciones, dio a luz a su hija Ainara en un paso de peatones tras ser rechazada por un taxista que se negó a llevarla.
Ana María y su pareja, Nelson, intentaban llegar rápidamente al hospital cuando el estado de Ana se agravó notablemente. Al pedir ayuda a un taxi que se encontraba cerca, el conductor rechazó trasladarlos, dejando a la pareja desamparada en un momento crítico.
La situación llamó la atención de un joven transeúnte que presenció el incidente y actuó de inmediato llamando a los servicios de emergencia. Gracias a su intervención, personal sanitario llegó rápidamente y pudo asistir a Ana María en el parto, que se produjo en plena calle.
Este caso ha generado indignación en la comunidad y reabre el debate sobre la responsabilidad de los servicios de transporte público en situaciones de emergencia.
