El objetivo principal de este encuentro, organizado por el Instituto de las Mujeres, ha sido dialogar sobre las principales demandas del colectivo tras el inicio del proceso de ratificación del Convenio 189 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) impulsado por el Consejo de Ministras y Ministros del pasado martes
El Instituto de las Mujeres organizó el pasado viernes un encuentro con juristas y asociaciones de Trabajadoras de Hogar y Cuidados como parte de las actividades desarrolladas por el organismo para conmemorar el Día Internacional de las trabajadoras de hogar y cuidados.
El encuentro tuvo lugar en la sede del Ministerio de Igualdad y contó con la presencia de la ministra de Igualdad, Irene Montero, la secretaria de Estado de Igualdad y Contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez y la directora del Instituto de las Mujeres, Antonia Morillas, que con sus intervenciones abrieron la Jornada y presentaron la campaña del Instituto de las Mujeres para conmemorar el día internacional de las trabajadoras de hogar y cuidados.
Antonia Morillas dio la bienvenida y agradeció su asistencia a las trabajadoras participantes en este encuentro que se enmarca en la estrategia del Instituto de las Mujeres dirigida a “contribuir desde las instituciones públicas a visibilizar las condiciones de los trabajos feminizados, reivindicando con la campaña “Más Valor a Trabajos Feminizados”, mejores condiciones laborales y obtener nuevos derechos”, así como para “contribuir al fortalecimiento de redes y espacios de auto organización de las mujeres y las trabajadoras que faciliten su capacidad de acción como trabajadoras” porque “si se ha iniciado el camino hacia la ratificación del Convenio 189 ha sido además de por la acción del Gobierno, por la acción de las redes de trabajadoras.”
Por su parte Ángela Rodríguez destacó la necesidad de “seguir trabajando para que se reconozca el trabajo de cuidados como uno de los pilares fundamentales de nuestra economía y de nuestra democracia, porque se trata de una cuestión de género, de clase y de raza” reconociendo la lucha de estas trabajadoras como una lucha feminista “que nos ha hecho mirar hacia otro lado, hacia los suelos pegajosos” y señalando “el necesario reconocimiento de la economía de cuidados dotándola de la dignidad suficiente, porque no hacerlo es un error no sólo en términos laborales sino también económicos.”
La ministra de Igualdad, Irene Montero, reconoció “la deuda histórica de las instituciones con estas trabajadoras, mujeres, migrantes que hacen trabajos esenciales” y quiso poner a disposición el Ministerio de Igualdad como un espacio para el “reconocimiento y la escucha” para impulsar el trabajo conjunto. Montero destacó que si bien el inicio del proceso de ratificación del Convenio 189 “es un paso decisivo que no se había dado en otros gobiernos, hay otras muchas demandas”, señalando la importancia de actuaciones como las recogidas en el Plan Corresponsables, con el impulso del reconocimiento de una categoría profesional de cuidados de personas sin dependencia, o las actuaciones “para fortalecer redes de apoyo mutuo, dinámicas de organización colectiva y políticas públicas que tengan en cuenta a quienes están detrás de realidades y situaciones de vulnerabilidad.”
Con esta jornada se pretende facilitar un espacio de encuentro entre las trabajadoras del sector de hogar y cuidados y la entidad pública que quiere contar con todas las mujeres y que tengan representación
Representantes del movimiento asociativo de trabajadoras del hogar manifestaron la necesidad de espacios comunes como este para visibilizar la importancia social del trabajo de cuidados y a las mujeres, migrantes y trabajadoras que son parte de la sociedad española, que forman parte del desarrollo de este país y por tanto merecen el reconocimiento como ciudadanas de pleno derecho.
El principal objetivo de este encuentro ha sido conocer de primera mano las demandas de las trabajadoras de hogar y cuidados centradas fundamentalmente en la obtención de derechos laborales.
En el transcurso de la Jornada las diferentes asociaciones de trabajadoras de hogar y cuidados plantearon estrategias de profesionalización y dignificación del cuidado como asignaturas pendientes para un colectivo que aún presenta numerosos obstáculos de acceso a la justicia.
La mesa de trabajo dedicada a la “justicia y los derechos del sistema especial de empleo de hogar” sirvió para analizar esta dificultad del acceso a la justicia de las trabajadoras del sector, y para hablar de la reciente sentencia del Tribunal de Justicia Europea que ha concluido que el sistema español es discriminatorio por no reconocer el derecho al desempleo a este colectivo, integrado casi exclusivamente por mujeres. El abogado General de la UE ya se había pronunciado en la misma dirección, considerando que el régimen laboral de las trabajadoras domésticas era contrario al derecho comunitario, al suponer una discriminación indirecta por razón de sexo.
En este sentido, durante la Jornada se destacó que el pasado martes en Consejo de Ministras y Ministros acordó enviar a las Cortes Generales el Convenio 189 de la OIT sobre el trabajo decente para las trabajadoras domésticas, cuya ratificación supone el necesario cambio legislativo para que las empleadas de hogar disfruten de la misma protección social y condiciones de trabajo que el resto de las personas trabajadoras.
El convenio prevé el derecho a una protección por desempleo para estas trabajadoras, la igualdad de trato con el resto de los trabajadores y trabajadoras en cuanto a descansos y vacaciones y, entre otras cuestiones, asegura la libertad de las trabajadoras para alcanzar acuerdos con la persona empleadora sobre su residencia en el hogar de trabajo.
Precariedad laboral
A pesar de tratarse de una actividad que es parte fundamental para el sostenimiento del sistema, sigue siendo prácticamente invisible para el conjunto de la sociedad y las instituciones que la representan.
Se trata de un sector altamente feminizado, precarizado y racializado puesto que los trabajos de cuidados siguen siendo en su mayoría responsabilidad de las mujeres, al igual que los contratos del empleo de hogar, que son ocupados por mujeres en un 98,6% con un alto porcentaje de origen migrante.
Tal como se desprende de la campaña llevada a cabo por el Instituto de las Mujeres, cuyo propósito es hacer visible la problemática de las trabajadoras del sector, en muchos casos no se respetan los horarios de descanso, las trabajadoras cargan con mas responsabilidades de las encomendadas por sus empleadores y trabajan con miedo a ponerse enfermas o quedarse en paro.