El portavoz de Ceuta Ya!, Mohamed Mustafa, hace balance sobre el curso político actual. El líder del partido localista presume de este proyecto al que califica de «consolidado» tras poco más de un año de vida. Además, se enorgullece de que en su equipo sean «herederos y herederas de muchas luchas pasadas». Al 2023 le pide «que las desigualdades sociales y territoriales que nos dividen sean sólo un mal recuerdo del pasado año»
¿Qué balance haces de este curso político?
Con respecto a mi formación política y al equipo que me acompaña, sinceramente, sólo tengo palabras positivas. No ha sido fácil echar a andar en medio de un contexto tan convulso como el que nos ha tocado vivir. Sin embargo, creo que hemos conseguido que Ceuta Ya!, que como tal tiene poco más de un año aunque seamos herederos y herederas de muchas luchas pasadas que nos enorgullecen, sea un proyecto consolidado. La gente sabe qué es Ceuta Ya! sabe quiénes somos y lo que pensamos. De eso tengo que congratularme.
Con respecto al curso político en general, a lo que ha sido la política de Ceuta en este año, la cuestión es bastante más compleja. Una alianza entre PP y PSOE que no es más que el continuismo de lo que han sido veinte años de gobierno duro con los vulnerables y servil con los poderosos; una extrema derecha absolutamente enajenada, salvaje y extremadamente cruel hostigando día sí y día también a más de la mitad de la población, vomitando odio contra todo aquello que teme y que no entiende; y el localismo progresista, en medio de esta tormenta, haciendo lo que puede, tratando de convencer a la gente de que las cosas pueden ser diferentes, de que no tenemos por qué elegir entre lo que hay y lo peor. Bueno, al menos desde Ceuta Ya! no vamos a desfallecer. Nuestro compromiso es inquebrantable.
¿Qué has conseguido este año para los y las ciudadanas de Ceuta?
No me parece elegante hablar de lo que YO he conseguido. Creo que es un planteamiento, de entrada, bastante vanidoso y narcisista. Lo que Ceuta Ya! pueda lograr en las instituciones es consecuencia del empuje de la propia ciudadanía. Yo sólo soy un militante que ahora da la pelea en el lugar en el que sus compañeros y compañeras quieren que la dé. Dicho lo cual, algo fundamental: estamos en la oposición y tenemos un diputado. Puedo ponerme a hablar de todo lo que intentamos, de las propuestas que presentamos, de nuestras discusiones con el Gobierno y su socio en las diferentes comisiones…pero con la fuerza que tenemos actualmente nuestras posibilidades son escasas. No podemos hacer que todo aquello que logramos que salga adelante en el Pleno se ejecute. Pero estoy convencido de que esta endiablada correlación de fuerzas cambiará dentro de unos meses.
¿Qué es lo que peor recuerdas de este 2022?
Al margen de cuestiones personales y de los últimos coletazos de la maldita pandemia, si me centro en lo puramente político creo que es inevitable hablar del hecho dramático que supone la propagación de las ideas
intolerantes que hoy tienen su expresión partidista más perfecta en los cuatro indeseables que cada mes se sientan en la Asamblea de Ceuta. Las consecuencias son verdaderamente terribles. Hay una gran parte, sobre todo joven, de la gente de Ceuta que no se siente querida y valorada. Personas buenas a las que el apoyo recibido por el discurso de odio está llevando a una crisis de identidad que no se merecen. Cuando hablo de que es necesario «coser» Ceuta hablo de esto. Una ciudad fundamentada en la desconfianza, el recelo y el prejuicio no tiene futuro. Tenemos que cambiarlo radicalmente.
¿Y lo mejor?
En la misma línea de dejar de lado aspectos de mi vida personal y centrándome en lo político, la forma en la que percibo que el proyecto que con tanta ilusión estamos construyendo cala en la gente sencilla. No por mí ni por quienes me acompañan, sino por mi ciudad. Porque estoy absolutamente convencido de que lo que defendemos va a contribuir de manera decisiva a una Ceuta menos injusta y más hermosa en todos los sentidos.
¿Cuántas de las metas que te has propuesto has conseguido? ¿Cuáles eran esas metas?
Mis metas son bien sencillas: mejorar la calidad de vida mis vecinos y vecinas y lo hago desde la participación política que es realmente la vía que te permite cambiar las cosas. Cualquier mejora, por muy pequeña que sea, es una meta cumplida y abre paso a la siguiente meta por lograr. Son las luchas colectivas. Entender esto y tener una concepción global de nuestras acciones es lo que te permite trabajar día a día por alcanzar el ideal de una completa justicia social.
¿Todas las enmiendas a los presupuestos que se aprobaron a tu grupo se han realizado?
Básicamente todas se han incumplido. Las que tenían que ver con inversiones públicas como la creación de una centro TEA con una Unidad de salud mental infanto-juvenil, la creación de un centro de actividades subacuáticas o un nuevo centro cívico en la barriada del Príncipe Felipe. Pero si hay una que destacaría por su crueldad es el incumplimiento de complementar las pensiones mínimas que perciben nuestros abuelos y abuelas. Una propuesta aprobada pero que luego fue rechazada por PP y PSOE en la posterior modificación de créditos. Una negativa que contrasta con la alegría que ambos partidos siguen regalando dinero público para la empresa de helicópteros.
Y de las propuestas presentadas, ¿cuántas de las aprobadas en Pleno se han llevado a cabo?
Desgraciadamente la cuestión no es tanto cuántas propuestas han sido aprobadas sino cuántas de ellas se han puesto en marcha. El Gobierno y su socio, ante propuestas que saben gozan de una buena receptividad por parte de la ciudadanía, votan a favor para no ser señalados pero luego, no mueven un sólo recurso para que se pongan en marcha. Es una forma muy peligrosa de vaciar de significado e importancia a la Asamblea. Se mueven única y exclusivamente por cálculos electorales y no por el bien o interés general. Esto es muy peligroso para la legitimidad de las instituciones y lo hemos denunciado en multitud de ocasiones.
¿Por qué estás en política?
Sencillamente, me parece casi una obligación moral. La política es lo único que tenemos los de abajo para hacer frente a la injusticia, al despotismo de los de arriba. Los poderosos no necesitan la política, ni el derecho, ni las instituciones, ni nada. Les basta con tener poder. Les basta una ley de la selva en la que ellos son los fuertes, los que dominan. Hay que combatir el discurso de la «antipolitica» y convencer a la gente de que si no haces política, otros la harán por ti…y en tu contra. Hacer política es algo noble. Yo no entiendo la vida sin estar implicado, de una forma u otra, en los problemas de mi sociedad, de mis vecinos y vecinas, del mundo en general. Eso es lo que yo entiendo por hacer política. En un mundo injusto, ser indiferentes nos hace cómplices de la injusticia.
¿Qué deseo le pides a este 2023?
Deseo que ni un sólo joven se vea forzado a marcharse de Ceuta porque no encuentra aquí oportunidades. Deseo que se cumpla el derecho que tenemos los y las ceutíes a recibir tratamiento oncológico en Ceuta. Que las desigualdades sociales y territoriales que nos dividen sean sólo un mal recuerdo del 2022. Deseo que Ceuta sea una: la Ceuta de todos y todas.