La Guardia Civil ha presentado esta mañana su primer Plan de Igualdad que tiene por objetivo principal nivelar la proporción de la plantilla entre mujeres (7%) y hombres (93%).
La Guardia Civil ha puesto en marcha su primer Plan de Igualdad con el propósito claro de fomentar entre las mujeres el interés por entrar a formar parte del cuerpo. En el documento remitido a los medios de comunicación se explica que la finalidad de este plan es «fomentar el acceso, la permanencia y la promoción profesional de mujeres y hombres en el Cuerpo; rentabilizar el potencial, la motivación y la implicación de cada persona; adecuar la política de personal a las necesidades de mujeres y de hombres; así como promover medidas en materia de igualdad entre mujeres y hombres que contribuyan a mejorar el ambiente de trabajo».
En un desglose de las medidas que componen el plan elaborado por la benemérita, destacan las enfocadas a aumentar las tasas de ingreso en el cuerpo (aunque no se llega a hablar de cuotas), las destinadas a actuar «decididamente» ante comportamientos sexistas dentro en el ambiente laboral, o aquellas pensadas para mejorar la conciliación familiar.
Aproximadamente, 5.000 mujeres y 75.000 hombres.
A casi 31 años ya desde que 197 pioneras ingresaran en la Academia de Baeza en 1988 para comenzar su periodo de instrucción, el número de mujeres en el cuerpo no llega a superar 10% de la plantilla. En concreto, está en torno a un 7%. Dicho de otra forma, de cada 100 guardias civiles, como mucho 7 son de sexo femenino. Además, solo el 3% de las mujeres guardias civiles son oficiales o suboficiales y el cargo más elevado ocupado por una mujer es el de teniente coronel. Hay dos mujeres que lo ostentan frente a 264 hombres.
La situación no es mucho más paritaria en la Policía Nacional. Según qué fuentes se consultan, los datos oscilan entre un 12% y un 14%. Pese a que tomando como referencia el dato más optimista, la Policía Nacional doblaría el porcentaje de las mujeres en la Guardia Civil, sigue teniendo un significativo déficit de féminas en el cuerpo, con 14 mujeres con placa por cada 100 hombres. En cuanto a comisarios principales y comisarios, hay un 5% y un 9% de mujeres, respectivamente.
Lo mismo le ocurre a las Fuerzas Armadas, con un 12% mujeres combinando el personal total de los 3 ejércitos. Sin embargo, en este caso solo hay 7 mujeres coroneles frente a 1043 hombres, un 0’6%. De hecho, la primera mujer en llegar a este rango fue Patricia Ortega en 2016. Casualmente, hoy se ha dado a conocer que la propia Ortega será la primera mujer general en la historia de España.
La importancia de la perspectiva de género
Hace unos meses, El Foro de Ceuta publicaba un reportaje sobre una conferencia que impartió la decana del Colegio de Abogacía de Barcelona, María Eugenia Gay. Uno de los momentos más significativos de la ponencia de la letrada ocurrió cuando señaló la necesidad social de que en el sistema legislativo entrase la perspectiva de género. Se quejaba Gay de que todas nuestras leyes están hechas por hombres y que así es imposible que cuenten con la perspectiva de género necesaria para que los jueces las puedan interpretar de la forma más justa posible.
Si aceptamos la premisa de la decana del Colegio de Abogacía de Barcelona, se hace patente que quienes han de velar en última instancia porque esas leyes se cumplan o por protegernos de quienes se las salten, es decir, los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, también deben entender y aplicar esa perspectiva de género de un modo apropiado para poder cumplir su deber en condiciones óptimas.
Así lo entiende al menos Teresa Franco, miembro de las Fuerzas Armadas y portavoz de la Plataforma de Mujeres Policías y Militares, quien, en unas declaraciones a Eldiario.es, sostiene que estos porcentajes «influyen en el servicio a la ciudadanía» y pone como ejemplo los problemas que «pueden surgir en el trato que se de a víctimas de violencia de género».