En el mes de junio de 2020 lanzamos dos comunicados, dos reflexiones, sobre si la Guardia Civil necesitaba defensa. Era la visión de APROGC sobre ataques gratuitos, pero que consideramos que no debían ser despreciados, especialmente por quien los lanzaba. Era nuestra visión, quizás para algunos, exagerada. Pero nosotros como guardias civiles sentimos que cuando se ataca a los fundamentos de nuestra institución, al menos debemos prestar atención y advertirlo.
Y estos avisos, ¿han tenido algún efecto? NO y SÍ.
NO, porque en los últimos días arrecian estos ataques; critican nuestra actuación en los hechos ocurridos en Cataluña. Critican las investigaciones, la actuación policial y la instrucción de las diligencias policiales. Critican la intervención en sesiones judiciales maratonianas, donde actuamos como testigos. Critican que se comente una decisión judicial de unos hechos conocidos, y en algunos casos sufridos, en todos sus detalles, desde el principio y durante todo su desarrollo. Y quienes nos critican, ¿tienen formación suficiente para evaluar la actuación de unos profesionales extraordinariamente preparados y cualificados a lo largo de muchos años y para valorar unas diligencias tan complejas? Hay quien se cree que por tener un altavoz puede hablar de cualquier cosa. Los que conocemos los detalles, conocemos la dificultad y la excelencia de toda su actuación. Los guardias civiles, en cualquier actuación relacionada con la justicia, ponen a disposición de la autoridad judicial todos los indicios descubiertos y ahí termina su intervención. La resolución es la que los jueces, y tribunales consideren según su conocimiento de los hechos, de la Ley y tras escuchar a las partes en legítima contradicción.
Nos acusan de prácticas similares a otros cuerpos policiales de países bajo dictaduras estalinistas, de nefasto recuerdo para la humanidad afortunadamente superadas. Esta acusación merecería que desde la Dirección General de la Guardia Civil se promovieran las actuaciones judiciales correspondientes.
Y no solo es un ataque contra la institución, sino que se han centrado en el acoso de manera particular contra algunos guardias civiles que, a pesar de aparecer en las diligencias con su número de identificación profesional, se han hecho público en algunos medios de comunicación sus nombres y apellidos, con el consiguiente perjuicio personal que pueden generar y con absoluto desprecio de la protección de datos de carácter personal. También merecen que la Dirección General de la Guardia Civil los defienda a ellos.
Y decíamos que SÍ, creemos que ha servido de algo. Al menos desde APROGC consideramos que tenemos que agradecer a nuestra Directora General que en la comparecencia en la Comisión correspondiente sobre presupuestos del Congreso de los Diputados, el día 4 de noviembre de 2020, realizó una defensa firme y decidida de los guardias civiles, afirmando que la Guardia Civil, cuando trabaja para la justicia, lo hace bajo la premisa de la neutralidad y al servicio del Poder Judicial. ¡Gracias Directora! Y desde APROGC añadimos: siempre trabajamos bajo la premisa de la neutralidad y al servicio de los ciudadanos, su libertad y su seguridad.
Ella afirmó que podemos estar absolutamente orgullosos de la Guardia Civil que tenemos. ¡Gracias Directora! Nosotros en APROGC añadimos: estamos orgullosos de ser guardias civiles.