Los trabajadores transfronterizos atrapados en Ceuta se han concentrado un lunes más en la Plaza de los Reyes para no caer en el olvido, solicitar soluciones y pedir ayuda humanitaria. Tras reunirse con la delegada del Gobierno la semana pasada, siguen esperando soluciones y recuerdan que su «lucha es digna» y que solo quieren que se reconozcan sus «derechos como humanos»
“Estos trabajadores están aquí soportando el dolor por alejarse de sus familiares por esta ciudad. Porque aquí también tienen familia y no pueden abandonar a los ancianos o a los niños que cuidan”, declaraba Hassan Arahou, uno de los transfronterizos, durante la concentración de este lunes frente a la Delegación del Gobierno.
“Los obreros tampoco querían abandonar esta ciudad para cumplir con sus deberes y obligaciones, porque son fieles a su compromiso. Gracias a su esfuerzo la ciudad de Ceuta ha salido sana y salva del virus que ha hecho nuestra vida un infierno”, señalaba al tiempo que agradecía a los medios por darles voz.
La semana pasada, tras más de un mes de concentraciones, los trabajadores transfronterizos pudieron reunirse con la delegada del Gobierno, Salvadora Mateos, y trasladar sus reivindicaciones, quedándose con la promesa de que serían estudiadas. En las propuestas que entregaron a través de un documento pedían promover cambios normativos para poder mejorar las condiciones de estos trabajadores en la ciudad.
Entre otras, proponían dar un permiso de residencia por arraigo a los llevan más de 10 años trabajando en la ciudad, o modificar la ley para que puedan obtener prestaciones por estar cotizando en la seguridad social española. También, garantizar su derecho a tránsito diario por la frontera (ida y vuelta) cuando se produzca la reapertura, expidiendo a tal efecto un documento acreditativo de su condición.
“Lo que pedimos no es tanto, solo es reconocer nuestra presencia, pedimos quedarnos para ser parte de la historia de nuestra ciudad. Han sufrido y son los menos recompensados”, destacaba, y es que independiente de leyes o normas lo que imploran es ayuda humanitaria.
“Seguimos en nuestra lucha, es una lucha digna y queremos que reconozcan nuestros derechos como humanos”, sentenciaba este trabajador.