Meticulosamente las obras de arte empiezan a ser desenvueltas y los envoltorios de burbujas de plástico esperan en el suelo a ser recogidos. Todos los ojos, los de Badría, Antonio y Abderrahim, están fijos en el mar sobre cartón blanco que tiene que quedar recto. Ahora, ahora, te has pasado, súbelo por la izquierda…. vamos a ver. Y vemos unos quince peces. «Donde los peces están, nosotros estamos», decía Richard Wagner.
El autor de uno de estos animales no sabe cuándo tardó en pintar la pieza. Al contrario que otras de sus coloridas obras que se expondrán en el Museo del Revellín, esta «no es una acuarela». Como mínimo una hora y media, pero no lo tiene claro. Su aportación de unos quince centímetros al mural de unos 2m x 1m contiene decenas de colores, fruto de la mezcla que ha hecho. La pincelada de Abderrahim es gruesa, con un trazo corto, meticuloso, profundizando en la paleta cromática que le da sentido a su obra. Más no podemos contar, porque el artista no ha querido desvelar más secretos de su técnica.
Son catorce personas las creadoras de la exposición «Alegremente» que organiza la asociación Proi desde su talleres de expresión artística. El pintor Antonio San Martín ha colaborado activamente en el proceso de creación por segundo año consecutivo. Ha proporcionado plantillas y modelos. Por ejemplo, cual ropa tendida en el fondo de la sala, decenas de camisetas nos proponen una revolución en la moda urbana a partir de los estampados de los creadores de Proi. Las manos con las que con firmeza Abderrahim ha empuñado el pincel insinúan una paciencia. De arriba a abajo, el artista ha dedicado esmero en puntillar la parte inferior, dejando que espesas líneas cabalguen la parte del pecho.
Quién compre una de estas obras estará colaborando con Proi y sus programas de ocio inclusivo. Badría, monitora de Proi explica que el material para adaptar el taller de pintura no es barato. Disponen desde mobiliario adaptado, hasta «unicornios», un instrumento que sujeta el pincel a una cinta que el artista lleva en la cabeza. Ideal para pintores sin movilidad en las manos. Para las obras de la exposición se han utilizado muñequeras especiales que ayudan a mantener firme la mano. «Son unos artistas» reivindica Badría, que explica que la obra quiere «mostrar sus capacidades».
Abderrahim es uno de los veteranos del taller. A llevado su formación más allá de Proi, haciendo algún curso de verano en la Casa de la Juventud. La que considera que es su obra maestra la expuso hace tiempo, una acuarela del puerto de Ceuta. Hoy colgaba del Museo de Ceuta un nuevo paisaje, un perfil de la ciudad de Granada, un relieve que huye del figurativo sobre el que trabajan la mayoría de sus compañeros. ¿Cómo consiguen 14 artistas con parálisis cerebral exponer arte de tanta calidad? «No te voy a contar mi técnica secreta», dice Abderrahim.
«Alegremente» del próximo martes 9 de julio a las 19.00 horas de la tarde en el Museo del Revellín.