Cuando el agente del Cuerpo Nacional de Policía todavía se recupera de las graves heridas que le produjo la embestida a gran velocidad el vehículo de un narco cuando se disponía a darle el alto, vuelve a repetirse la historia: un coche camuflado de la Guardia Civil ha recibido el impacto de un vehículo que iba cargado con 700 kilos de hachís
La Guardia Civil ha conseguido detener a dos presuntos narcos que viajaban en un vehículo cargado con 700 kilos de hachís que acababan de cargar en el paraje de la Urca, de la localidad de San Roque, procedente de una embarcación semirrígida.
Según ha informado la propia Benemérita en un comunicado, el vehículo ha sido avistado cargando la droga fruto de un operativo de vigilancia y al percatarse de la presencia de los agentes de la Guardia Civil ha emprendido la huida por la N-340 dirección Algeciras. Durante su huida frustrada ha sido cuando han embestido a un coche camuflado del Instituto Armado que participaba en el operativo interceptación, causando «heridas de diversa consideración» a los tres agentes que viajaban en el coche. No obstante, después del impacto se pudo proceder a la detención de los dos ocupantes del vehículo y a la incautación de los 700 kilos de hachís con los que viajaban.
Este suceso se produce apenas cinco días después de que otro vehículo embistiera en Algeciras a un Zeta de la Policía Nacional ocupado por un inspector del cuerpo y un agente en prácticas. En esta ocasión, el inspector de Policía tuvo bastante peor suerte y fue herido de gravedad, llegando incluso a temerse por su vida. El conductor y otros sujetos relacionados con el suceso fueron detenidos acusados, entre delitos, de homicidio en grado de tentativa.
Sindicatos y asociaciones de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado denuncian que las organizaciones criminales que operan en el Campo de Gibraltar son cada vez más violentas y reclaman una mayor dotación de recursos humanos y materiales.