El Consejo de Ministros ha dado luz verde a una nueva edición del Bono Alquiler Joven, dotado con 200 millones de euros. Esta medida, acordada con las comunidades autónomas, ha generado tensiones dentro del Gobierno entre el PSOE y Sumar. Paralelamente, se ha avanzado en un reglamento que regulará el alquiler turístico y de temporada, estableciendo un registro único para evitar fraudes.
Registro Único para Alquileres de Corta Duración
El nuevo reglamento busca erradicar los fraudes en el alquiler temporal. Las viviendas turísticas, de temporada o por habitaciones deberán registrarse para poder ser comercializadas en plataformas digitales. Este registro funcionará como una ‘ventanilla única’ y estará listo antes de finalizar 2024, convirtiendo a España en pionera en esta normativa europea.
El objetivo es controlar el cumplimiento de normativas y priorizar el alquiler de vivienda habitual. Los propietarios que incorporen sus viviendas al parque residencial en zonas tensionadas recibirán beneficios fiscales, y se espera que los inquilinos paguen un 5% menos.
Controversia por el Bono de Alquiler Joven
La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, presentó el bono de alquiler joven en el Consejo de Ministros tras una manifestación en Madrid por el derecho a la vivienda. Sin embargo, Sumar ha expresado su desacuerdo, argumentando que la ayuda de 250 euros mensuales podría agravar el problema de la vivienda al beneficiar a los rentistas.
Proponen en su lugar condicionar las ayudas al control de precios y aumentar la creación de vivienda pública. Según el Consejo de la Juventud de España, solo el 0,7% de los jóvenes se han beneficiado de esta medida, lo que pone en duda su eficacia.
Desafíos y Expectativas
El Gobierno espera que la nueva convocatoria del bono comience a funcionar en noviembre, con la intención de llegar a más jóvenes. Sin embargo, la gestión de los fondos por parte de las comunidades autónomas será crucial para su éxito. La ministra ha pedido mayor celeridad en la gestión de estos recursos.
En resumen, mientras el Gobierno avanza en medidas para mejorar el acceso a la vivienda, las divisiones internas y las críticas externas plantean desafíos significativos. El éxito de estas iniciativas dependerá de su implementación efectiva y de la colaboración entre las distintas administraciones.