Las negociaciones sobre la reforma de la ley de extranjería se reanudan este jueves, con la participación del Gobierno, los presidentes de Canarias y Ceuta, y el Partido Popular. El foco principal es el artículo 35, que busca implementar el principio de solidaridad en la distribución de menores migrantes no acompañados entre las comunidades autónomas.
Después de dos meses sin avances, la reunión se lleva a cabo en un ambiente político tenso debido a las diferencias entre socialistas y ‘populares’ en temas migratorios, además de la urgencia de abordar una crisis humanitaria sin precedentes. En 2024, Canarias ha recibido más de 40,000 migrantes, marcando un récord histórico, mientras que Ceuta ha visto un aumento del 126.3% en llegadas terrestres respecto al año anterior.
Optimismo y Precaución
El presidente canario, Fernando Clavijo, se muestra optimista sobre la posibilidad de alcanzar un consenso antes de la Conferencia de Presidentes del 13 de diciembre. Por otro lado, el Gobierno central, aunque prudente, celebra el regreso de las reuniones. El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, espera buenas noticias, destacando los esfuerzos para avanzar en la reforma legislativa.
Sin embargo, desde el Partido Popular, las expectativas son más moderadas. Fuentes del partido señalan que el Gobierno debería modificar su postura, especialmente en lo que respecta a solicitar ayuda a Frontex y proporcionar financiación adecuada a las comunidades autónomas para gestionar la llegada de migrantes.
Exigencias del Partido Popular
Desde el inicio de las negociaciones, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha expresado su disposición a cumplir con las obligaciones de solidaridad, pero ha planteado varias condiciones al Gobierno central. Estas incluyen la provisión de recursos económicos y logísticos para las autonomías y asumir responsabilidades que las comunidades no puedan gestionar.
Las críticas del PP hacia la gestión gubernamental han sido constantes, especialmente tras el fracaso en el Congreso de la reforma del artículo 35, impulsada por Coalición Canaria, PSOE y Sumar, pero bloqueada por PP y Junts.
Vox y la Presión Política
Mientras tanto, Vox ha intensificado la presión sobre el PP, rompiendo negociaciones presupuestarias en varias comunidades donde los ‘populares’ no tienen mayoría. Vox rechaza los pactos migratorios y acusa al PP de acercarse al PSOE en política migratoria.
El líder de Vox, Ignacio Garriga, ha declarado que su partido no participará en el reparto de inmigración ilegal, instando al PP a decidir entre aliarse con el PSOE o con Vox para frenar la migración. A pesar de estas tensiones, el PP mantiene su postura, defendiendo sus principios sin ceder a presiones externas.
En conclusión, las negociaciones sobre la reforma de la ley de extranjería continúan en un entorno político complicado, con múltiples actores buscando un equilibrio entre solidaridad y gestión eficaz de la migración.