Policía Nacional y Local están protagonizando un nuevo registro en el Pabellón de la Libertad. Se trata de una práctica rutinaria para buscar drogas y mantener «la tranquilidad» entre las personas acogidas y para filiar a quienes hayan llegado en las últimas horas. La Libertad alberga 200 personas marroquíes que quedaron bloqueadas en Ceuta después de que su país cerrase la frontera, además hay migrantes que estaban en situación de calle
Un día mas el Pabellón de La Libertad ha sido escenario de un gran despliegue policial. En su interior, según los datos aportados hoy por el portavoz de la Ciudad, Alberto Gaitán, en rueda de prensa, hay 200 personas en situación de extrema vulnerabilidad. Se mezclan en este albergue improvisado trabajadores y trabajadoras transfronterizas y personas migrantes que aguardaban en Ceuta el momento oportuno para llegar a la Península.
Entre las misiones de los cuerpos policiales está el control de que no haya sustancias estupefacientes, para lo que han trasladado hasta el lugar a guías caninos, que no haya elementos punzantes que puedan servir para herir a otra persona y para filiar a las personas que día a día se acercan hasta el pabellón para ser atendidos y que hasta el momento se encontraban residiendo en casas de familiares o amigos realizando el confinamiento impuesto por el estado de alarma.
Personas vulnerables
Los y las trabajadoras transfronterizas quedaron bloqueadas cuando su país, el pasado día 13 de marzo decidiese cerrar su frontera de manera unilateral dejando literalmente «tirados» a sus compatriotas a las puertas de su país. Las primeras semanas, pasaron los días entre la explanada del Chorrillo y la frontera, pensaban que su gobierno les permitiría volver a sus casas a pasar la crisis del coronavirus con sus familias. Finalmente, Delegación y Ciudad acordaron albergar a estas personas en el Pabellón de la Libertad, pese a que el Gobierno local insiste en que estas personas deben estar acogidas en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) o en cualquier otro lugar. Durante estas últimas semanas, algunos de ellos decidieron lanzarse al mar para alcanzar territorio marroquí y poder reunirse con sus familias, mientras, los que permanecen en la ciudad no pierden la esperanza de que Marruecos abra sus fronteras y les permita volver.
El pasado 16 de abril, la ministra delegada ante el Ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, Nezha el Ouafi, pedía a los más de 18.000 marroquíes bloqueados en el extranjero «más paciencia y sacrificio», pero en ningún momento hizo referencia a cuándo se realizará la repatriación. Por su parte, el presidente del grupo parlamentario USFP (Unión Socialista de Fuerzas Populares), Chakran Imam, pidió al gobierno que dé esperanza a los marroquíes. “Han estado esperando por más de un mes, es la hora de darles respuestas concretas”, dijo el diputado, quien aprovechó la oportunidad para abogar por el regreso inmediato de los marroquíes varados en Ceuta y Melilla.