A la espera de conocer el grado de regeneración natural que se pueda producir, los técnicos de la empresa pública han planteado un plan de restauración de la vegetación autóctona
La sociedad pública Obimasa, adscrita a la Consejería de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, ha planificado la actuación forestal en el área dañada por el incendio en el tramo final del Camino Ronda y que, el pasado 28 de junio, afectó a 1,87 hectáreas de monte de la ladera nordeste de la vaguada del Desnarigado, en el Monte Hacho.
A la espera de conocer el grado de regeneración natural que se pueda producir, bastante frecuente en el bosque mediterráneo, los técnicos de Obimasa han definido un plan de restauración de la vegetación natural autóctona de este enclave.
Así, y teniendo en cuenta la vegetación existente antes del incendio y la contigua a la zona afectada, se ha propuesto reforestar con ejemplares de alcornocal. Además, en los lugares con mayor evapotranspiración y suelos más pobres, los técnicos de la Consejería consideran adecuada la plantación de ciprés de Cartagena o tuya de Bebería. Otra conífera idónea sería la Sabina costera, así como la efedra, que se puede observar en los acantilados próximos.
Otra de las coníferas sugeridas de acuerdo a la planificación de Obimasa, sería el refuerzo de las poblaciones continuas de acacias exóticas por más ejemplares de los pinos ya presentes, bien adaptados a este entorno. En los lugares con mayor disponibilidad edáfica, se pretende reforestar con la especie arbórea principal de Ceuta, el alcornoque, acompañándolo de otras como acebuches, madroños y majuelos.
Una vez transcurra el periodo estival, las actuaciones previstas por la Consejería de Medio Ambiente y Servicios Urbanos incluirán también la tala de los ejemplares calcinados, el decopado de los árboles afectados y el desbroce de los zarzales para acometer las tareas de eliminación.
Asimismo, las tareas de plantación, tras conocerse el grado de la regeneración natural, deberán efectuarse en octubre o noviembre, teniendo en cuenta que el Monte Hacho presenta suelos con poca capacidad de retención de agua y conviene al menos que reciban la mayor cantidad posible de precipitación.