El Consejo de Administración de Obimasa ha dado luz verde por unanimidad a la encomienda a Tragsa para intensificar el control y la erradicación de la plaga de Picudo Rojo en Ceuta, que afecta a la palmera canaria desde hace 15 años. Además, se ha aprobado el noveno convenio de colaboración con la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla para continuar con la monitorización de especies protegidas y alóctonas en el litoral ceutí, con especial atención a la lapa ferruginea y a las macroalgas invasoras
Obimasa, la Sociedad Obras, Infraestructuras y Medio Ambiente de Ceuta, ha acordado por unanimidad delegar en Tragsa un nuevo paquete de medidas para combatir el Picudo Rojo, plaga que desde su detección en octubre de 2009 ha afectado a quince focos distintos de palmera canaria (Phoenix Canariensis). A pesar de la reducción de infestaciones y de la baja presencia del insecto en la actualidad, Obimasa considera que la amenaza de este escarabajo obliga a mantener la vigilancia y los controles para su eventual erradicación en Ceuta.
El organismo también ha aprobado el noveno convenio con la Fundación de Investigación de la Universidad de Sevilla, una colaboración que permite a ambas entidades trabajar en la conservación y estudio de especies protegidas y alóctonas. Este convenio se centra en la monitorización de la lapa ferruginea, especie en peligro de extinción, y de macroalgas invasoras, además de otras especies sensibles a cambios ambientales, cuyo seguimiento podría facilitar la detección temprana de alteraciones en el ecosistema. Este trabajo se enfocará particularmente en el Lugar de Interés Comunitario (LIC) marítimo-terrestre del Monte Hacho, contribuyendo a la gestión medioambiental de Ceuta.
Las actuaciones se integrarán en el plan de trabajo del SEPRONA y de la Consejería de Medio Ambiente, en una línea de actuación que cuenta con el respaldo de los principales partidos en el Consejo de Administración de Obimasa: PP, PSOE y MDyC.