En años recientes, los conflictos, la inseguridad y los efectos del cambio climático han contribuido en gran medida a los movimientos forzosos dentro de los países o a través de las fronteras. Más de 59 millones fueron personas internamente desplazadas a finales de 2021.
Independientemente de los motivos que obligan a las personas a desplazarse, los migrantes y las personas desplazadas se encuentran entre los grupos más vulnerables y marginalizados de la sociedad y, con frecuencia, están expuestos a abuso y explotación. Tienen limitado acceso a servicios esenciales, incluyendo el cuidado de la salud, y deben enfrentar agresiones xenófobas y estigmatización inducidos por la difusión de información errónea. Además, muchos trabajadores migrantes tienen trabajos temporales, informales o sin protección, lo cual los expone a un mayor riesgo de inseguridad, despidos, y pobres condiciones laborales.
Debido a la persistente falta de vías migratorias seguras y regulares, millones de personas siguen emprendiendo viajes peligrosos año tras año. Desde 2014, más de 50.000 migrantes han perdido la vida en rutas migratorias en todo el mundo.
Pese a ello, los migrantes han demostrado ser fuente de prosperidad, innovación y desarrollo sostenible para los países de origen, de tránsito y de acogida. Sus contribuciones financieras a través de las remesas ofrecen una cuerda salvavidas para las familias y estimulan los mercados locales, en especial los de países que cuentan con ingresos bajos y medios. Su rol en el mercado laboral sigue siendo muy valioso, tal como se evidenció en la primera línea de la respuesta a la pandemia de la COVID-19. Sus conocimientos, sus redes, y sus capacidades han contribuido en gran medida al desarrollo de comunidades resilientes.
Fortalecer las contribuciones de los migrantes al desarrollo sostenible requiere de esfuerzos colectivos para mejorar la gobernanza de la migración y para abordar los desafíos que los migrantes enfrentan. El Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular (GCM) ofrece la oportunidad y la orientación necesaria para actualizar la movilidad humana y aprovechar las oportunidades que la misma presenta.
En este Día Internacional del Migrante, y todos los días, la OIM reafirma su compromiso de promover una gestión humana y ordenada de la migración en beneficio de todos, incluyendo las comunidades de origen, tránsito y destino.