El nuevo buque estará operativo en breve y será la insignia de la organización Open Arms. El Open Arms Uno, ha sido presentado en la mañana de este miércoles ante los medios de comunicación en rueda de prensa. La comparecencia levantó mucha expectación por la importancia de que será el primer buque español de estas características que se incorpora a los activos de rescate en el Mediterráneo central
La plana mayor de la oenegé se ha desplazado hasta los astilleros del puerto de Burriana, en Castellón, donde está siendo acondicionado el nuevo barco para poder estar preparado para salir, antes de Navidad, según ha anunciado Òscar Camps, fundador y director de la ONG Open Arms. En la comparecencia ante los medios, Camps ha estado acompañado por Enrique Piñeyro, filántropo argentino y fundador y director de la ONG Solidaire, que ha sido la persona que ha donado el buque a Open Arms, y Jaime Larrucea, abogado especializado en derecho marítimo.
“Hoy queremos presentar una nueva herramienta de trabajo, un nuevo barco que sustituirá al viejo remolcador, el Open Arms. Un buque que ha salvado de morir ahogados a más de 7.000 personas y que habrá dado un par de vueltas al mundo”. Así comenzaba Òscar Camps la comparecencia en la cubierta del nuevo barco puesto a disposición por Piñeyro.
El remolcador Open Arms, en sus más de 50 años de existencia, ha navegado el equivalente a más de 2 vueltas al mundo en misiones humanitarias en el Mediterráneo central desde 2017.
Camps ha recordado que el rescate de náufragos en el mar es una responsabilidad de los Estados que no realizan por la inacción de los gobiernos. «Esperamos que este barco no tenga tanto trabajo como el otro, que ha sido bloqueado y a veces detenido en cinco países de la Unión Europea”. Señalaba Camps.
Con el fin de dar apoyo al Open Arms y, eventualmente, sustituirlo en sus funciones, el “Open Arms Uno» tiene como objetivo permanecer en el mar el mayor tiempo posible y así proteger las vidas de los más vulnerables con seguridad.
Desde hace un tiempo, la dureza de las misiones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo central han puesto en manifiesto la necesidad de incorporar un barco de mayor tamaño a la flota que pueda afrontar con mayor seguridad las crecientes dificultades de las misiones de rescate.
En lo que llevamos de año, el número de personas que han perdido la vida en el Mediterráneo, intentando alcanzar Europa, ha superado las 1.555, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Ante esa situación, Enrique Piñeyro, filántropo argentino que inició su estrecha colaboración con Open Arms a través de la ONG Solidaire, con vuelos humanitarios a la India y Mozambique, se ha sumado la misión en el mar mediante la cesión del buque “Open Arms Uno” a la organización. Su contribución va destinada a renovar la presencia en la zona más mortífera del planeta y así poder proteger con mayor seguridad las vidas más vulnerables; esas que Europa sigue dejando a la deriva.
Òscar Camps agradece públicamente a Piñeyro la donación del buque, ya que sin su ayuda hubiera sido inalcanzable poder obtener un buque de estas características y advirtió que «va a costar mucho mantenerlo”. Por eso hace un llamamiento a la ciudadanía para que continúen apoyando a la oenegé para seguir con la tarea de salvar vidas en el Mediterráneo.
«Me parece muy atroz lo que está sucediendo en el epicentro económico y cultural del mundo»
Para Piñeyro “el trabajo que hace Open Arms me impactó muchísimo. Me pareció una gran atrocidad lo que estaba sucediendo en el Mediterráneo. Ver cómo un continente rico que degradó un continente pobre no se hace cargo de lo que ha generado, aún con tratados internacionales que lo obligan a hacerlo. Todos los que navegamos en un barco o volamos un avión sabemos que rescatar es una obligación, no es una decisión del capitán o del comandante de un vuelo. Me parece muy atroz lo que está sucediendo en el epicentro económico y cultural del mundo, porque Europa es eso. Uno tiene que repensar el sistema. Un capitalismo que permite la acumulación desmedida de dinero sin tope, sin límite que empieza a volcarse hacia los objetos de lujo. Lo que llamo hacer capitalismo disruptivo, es totalmente lo contrario, usar los objetos de lujo para ponerlos al servicio público, como hago con este yate privado y deja de serlo si está en manos de Open Arms porque están reemplazando las obligaciones públicas de los estados. De alguna manera con el avión hacemos lo mismo porque un Boeing 787 como el que tenemos cuesta lo mismo que un avión pequeño, y este avión lo hemos puesto en servicio para hacer misiones conjuntas con Open Arms. Llevamos y entregamos material humanitario a la India y a Mozambique y hemos hecho misiones de práctica sobre el Mediterráneo para ayudarlos en la detección de embarcaciones en peligro. Ahora estamos equipando el avión para apoyar a este barco en las misiones».
Tras las palabras del filántropo, el abogado Jaime Larrucea, especializado en derecho marítimo, alabó el trabajo que ha estado haciendo el antiguo remolcador Open Arms: “sin duda el barco que presenta hoy la organización está equipado con la más modernas de las tecnologías y puede corroborar que es una unidad única en España porque ni la Armada ni Salvamento Marítimo dispone de un buque de salvamento masivo como el Open Arms Uno. Este barco viene de la sociedad civil y no ha costado ni un solo euro de dinero público. Es fruto de la generosidad de un donante como Enrique Piñeyro que colabora con diferentes causas y es un hombre que está convencido de que Open Arms seguirá salvando vidas en el mar. Nos encontramos con un barco muy robusto y que está a la espera de recibir la bandera para poder zarpar cuanto antes”.
Larrucea hizo un repaso de todo lo relacionado con los temas legales que Open Arms va acumulando, como el proceso a Salvini. “Vamos viento en popa con todos los procesos legales. La organización ha ganado todos los pleitos y no tiene ninguna deuda legal con ninguno de los estados”.
El abogado recordó el caso del pequeño remolcadorAsso 28 para defender los rescates que realiza Open Arms en aguas del Mediterráneo Central. Una sentencia del Tribunal de Nápoles estableció que entregar migrantes a la Guardia Costera libia es un delito. El mismo que ha condenado a un año de cárcel al comandante de un barco que en el 2018 devolvió 101 migrantes a los guardacostas libios, entre ellos menores y mujeres embarazadas, que habían sido rescatados antes en el Mediterráneo. El capitán fue hallado culpable de abandono de menores y de personas vulnerables, y no culpable del cargo más grave, abuso de oficio.
Los guardacostas libios han sido acusados en muchas ocasiones de actuar como milicias armadas, y la comunidad internacional ha denunciado que en los centros de detención libios los migrantes sufren todo tipo de torturas.
Serrat, el padrino del Open Arms Uno
El cantautor catalán Joan Manuel Serrat ha estado presente en el acto para apoyar el proyecto de Open Arms. Serrat, escribió su canción “Mediterráneo” no podría imaginar que la hermosura de las aguas y todo lo que rodea el mar que lo vio nacer se convertiría en la fosa común más grande del mundo. “al igual que otras organizaciones que están donde la inacción de los estados no actúa. Para mí demuestran una gran sensibilidad con su relación con este “Mediterráneo” que es mi líquido amniótico. Mientras sea posible cualquier ser humano tiene derecho a ser rescatado cuando está en problemas. Open Arms nació para actuar donde los estados no están para salvar la vida de las personas que están en el mar. Open Arms los pone a salvo en tierra”.
Características del «Open Arms Uno»
El “Open Arms Uno” fue construido en Noruega en el 2000 y ha desempeñado labores como buque polivalente de apoyo en alta mar, realizando tareas de salvamento marítimo y de transporte de materiales y equipos en el Mar del Norte.
El nuevo buque tiene 66 metros de eslora (longitud), 15 metros de manga (anchura), un tonelaje más de 4 veces superior al viejo remolcador “Open Arms” y una cubierta de 353 metros cuadrados en la que puede aterrizar un helicóptero en caso de emergencia y evacuación.
El nuevo buque llevará a bordo 4 lanchas semirrígidas, también conocidas como RHIB, y permitirá acoger a unas 300 personas; un número que, en caso de emergencia y sin hacer peligrar las condiciones del barco, podría ampliarse. Además, cuenta con 31 plazas para tripulación y un hospital de cuidados intensivos con 26 camas.
La incorporación de este nuevo barco constituye un punto de inflexión para Open Arms, «porque nos permitirá llegar más rápido a las zonas de rescate. Nos ayudará a proteger la vida de más personas en dificultad y nos permitirá ser más eficaces en nuestra defensa de los derechos humanos de los más vulnerables», concluía Camps.