El operativo de búsqueda y rescate de víctimas tras la DANA continúa con intensos trabajos marítimo-terrestres en la Comunidad Valenciana. Se ha solicitado la suspensión de la navegación de embarcaciones en el barranco del Poyo, así como en las localidades de Picanya, Benetússer y Sedaví, para facilitar las labores de rescate.
La búsqueda de personas desaparecidas se lleva a cabo mediante un mapeo exhaustivo de cauces y sus áreas de influencia. Los equipos de rescate están centrados en l’Albufera, el barranco del Poyo y Loriguilla, según informó el Centro de Coordinación de Emergencias (CCE).
Hasta el momento, la cifra de víctimas mortales ha aumentado a 221, tras el hallazgo del cuerpo sin vida de una mujer en el barrio de La Torre, en Valencia. El número de denuncias de desaparición activas ha disminuido a siete, según el balance actualizado por el Centro de Integración de Datos (CID).
La Autoridad Portuaria ha comunicado que las restricciones sobre la navegación marítima se prolongarán hasta el 25 de noviembre, de forma excepcional, para asegurar la seguridad en las operaciones de rescate.
En cuanto a los servicios especiales, se ha habilitado un trámite telemático en el portal Som Solidaritat que permite a la población solicitar un salvoconducto para circular por las zonas afectadas en la provincia de Valencia, siempre que los desplazamientos estén justificados.
Además, se ha implementado una línea de autobús sustitutiva de la L1 de Metrovalencia, conectando Picassent, Alcàsser, València y ahora también Silla. Este servicio opera desde las 6:00 hasta las 21:00 horas, con una frecuencia aproximada de 30 minutos.
Un programa prioritario de retirada de vehículos ha sido establecido, con el objetivo de minimizar problemas de contaminación y garantizar la seguridad. Se prevé la retirada de 120,000 vehículos hacia el desguace.
Las autoridades también han activado un plan para retirar lodos acumulados en garajes y sótanos privados, así como en la red de saneamiento de varios municipios. La media diaria de extracción de lodo es de 15,000 toneladas, con 145 camiones trabajando en las zonas afectadas.
En términos de seguridad, 919 bomberos, 8,499 efectivos del Ejército, y más de 800 voluntarios de Protección Civil están desplegados en el terreno. Además, hay 9,728 agentes de seguridad ciudadana trabajando para mantener el orden y proteger a la población.
Finalmente, se ha puesto en marcha un plan de fumigación para combatir la proliferación de mosquitos en los municipios afectados, asegurando así la salud pública en estas áreas.