La regeneración democrática en nuestro país ha sido atravesada por diferentes crisis, lo cual ha producido en muy poco tiempo un malestar democrático sin precedentes como consecuencia de varios problemas: la crisis de la pandemia que sufrimos actualmente, la crisis económica, la crisis territorial abierta por Cataluña y la falta de legitimidad de nuestra clase política. Hubo un momento donde en la esfera política se abrieron nuevos escenarios con la irrupción de nuevos partidos políticos y la sociedad se creyó que iba a tener lugar ese cambio tan necesario, pero esa esperanza se difuminó ya que seguían persistiendo los mismos problemas políticos, donde la dificultad de encontrar una cultura de pactos se hacía cada vez mas difícil, así como que el liderazgo brillaba por su ausencia.
Y hoy dentro de esa oscuridad que nos invade ante tanta incertidumbre, he visto algo de luz dentro de este panorama político que nos está asolando. Personas que con frescura y juventud han dado una clase magistral al resto de esos políticos afincados a sus sillones como si fuesen aves rapaces agarrando a su presa la cual yace muerta.
Hay que elogiar a un joven llamado Jaime Ruix, concejal del partido político Contigo, el cual reside en Pobla de Vallbona un municipio de la comunidad de Valencia con una población de 24.433 habitantes, su gesta es digna de alabar porque se ha bajado un 50% su sueldo, demostrando esa solidaridad que tanto anhelamos los ciudadanos.
Al igual que criticamos los actos «despiadados e inhumanos» de nuestros gobernantes, también es de justicia destacar gestos tan generosos como el de este joven político, destacando su nobleza y entendiendo de verdad que todo suma.
Con el término «regeneración política» me refiero a la entrada de personas en la misma, con vocación de servir, ayudar y a estar a disposición del ciudadano; a no ser egoísta y pensar en uno mismo, a mostrar empatía hacia todos aquellos que lo están pasando mal y tender lazos mostrando cooperación para trabajar todos en una misma dirección.
Esta es la clase política que necesitamos. Gente humilde y capaz de arrimar su hombro para que este peso tan grande que nos supera ahora mismo sea algo más llevadero.
La regeneración democrática en nuestro país ha sido atravesada por diferentes crisis, lo cual ha producido en muy poco tiempo un malestar democrático sin precedentes como consecuencia de varios problemas: la crisis de la pandemia que sufrimos actualmente, la crisis económica, la crisis territorial abierta por Cataluña y la falta de legitimidad de nuestra clase política. Hubo un momento donde en la esfera política se abrieron nuevos escenarios con la irrupción de nuevos partidos políticos y la sociedad se creyó que iba a tener lugar ese cambio tan necesario, pero esa esperanza se difuminó ya que seguían persistiendo los mismos problemas políticos, donde la dificultad de encontrar una cultura de pactos se hacía cada vez mas difícil, así como que el liderazgo brillaba por su ausencia.
Y hoy dentro de esa oscuridad que nos invade ante tanta incertidumbre, he visto algo de luz dentro de este panorama político que nos está asolando. Personas que con frescura y juventud han dado una clase magistral al resto de esos políticos afincados a sus sillones como si fuesen aves rapaces agarrando a su presa la cual yace muerta.
Hay que elogiar a un joven llamado Jaime Ruix, concejal del partido político Contigo, el cual reside en Pobla de Vallbona un municipio de la comunidad de Valencia con una población de 24.433 habitantes, su gesta es digna de alabar porque se ha bajado un 50% su sueldo, demostrando esa solidaridad que tanto anhelamos los ciudadanos.
Al igual que criticamos los actos «despiadados e inhumanos» de nuestros gobernantes, también es de justicia destacar gestos tan generosos como el de este joven político, destacando su nobleza y entendiendo de verdad que todo suma.
Con el término «regeneración política» me refiero a la entrada de personas en la misma, con vocación de servir, ayudar y a estar a disposición del ciudadano; a no ser egoísta y pensar en uno mismo, a mostrar empatía hacia todos aquellos que lo están pasando mal y tender lazos mostrando cooperación para trabajar todos en una misma dirección.
Esta es la clase política que necesitamos. Gente humilde y capaz de arrimar su hombro para que este peso tan grande que nos supera ahora mismo sea algo más llevadero.
José Antonio Carbonell
vJosé Antonio Carbonell
Los títulos nobiliarios hoy en día a la llegada de la Constitución de 1978, pasaron a tener una importancia secundaria a pesar de la aristocracia,dejaron de tener un estatus determinado y pasaron a ser títulos meramente honorificos, en este caso vamos hablar en el organigrama del título de Barón, está por debajo inmediatamente de Vizconde y un grado superior a Señor, hoy en día quedan poco menos de tres mil nobles de los cuales muchos están extintos o a punto de caducar. Después están los extranjeros que son los que en realidad nos importan en este artículo,los títulos extranjeros para ser reconocidos en España deben primero tener un contenido que aporte importante algo a nuestra nación, pasar un examen en el ministerio de Justicia y la aprobación de la diputación permanente de la Grandeza. Más tarde la patente pasa SM el Rey Don Felipe VI que es firmado y cuñado por la casa Real, más tarde debe de pagarse el impuesto correspondiente.Pero esto no significa que un título nobiliario extranjero no se pueda utilizar en España aunque sea de forma limitada, ya que la fuerza y la legalidad se la da la patente del país de origen del cual ha sido concedido, es decir que desde 1995 no es ilegal utilizar un título extranjero en España. El caso más conocido y a la vez reconocido por ímpetu y enfasis es el Muy ilustre Señor Barón Don F. de la Cruz i Condomina. Es un título que de verdad explica con nitidez la interpretación de nuestro artículo y lo repetimos de nuevo fue un valiente que luchó en una democracia como la que vivimos reivindicando su nombre y su personalidad sobre el nombre del titulo, la cual ampara nuestra constitución,Baronia de la Cruz i Condomina
BARONIA DE LA CRUZ I CONDOMINA en defensa por la nobleza