La estructura de los medios de comunicación se mueve en función de los hábitos de los consumidores. Últimamente escuchamos palabras como ‘Storytelling’, ‘interacción’, ‘revolución tecnológica’, ‘cambios sociales’… S.O.S. ¿Qué es todo esto?
Estamos en la ‘Era del Cambio’, inmersos en plena revolución tecnológica, la cual, en seguida provoca cambios sociales. Sería reduccionista hablar solo de la tecnología sin tener en cuenta que los cambios sociales afectan al resto de sectores, como al textil o al periodístico, por ejemplo. Y todos esos cambios sociales se manifiestan en los medios de comunicación.
La sociedad, sobre todo después de la crisis, se cansó de seguir las utopías inalcanzables que aparecían en los anuncios donde todo estaba idealizado. Ahora queremos una representación de nosotros mismos, anuncios y productos mucho más creíbles, más reales. Eso no quita que no podamos seguir vendiendo sueños, Internet vende muchos camuflados en ‘experiencias’, pero los queremos alcanzar de manera fácil y rápida. Por ejemplo, viajar es mucho más sencillo que hace años, hay muchas más alternativas muy fáciles y rápidas.
Nuestra cultura de ‘aquí y ahora’ ha hecho, como he mencionado, que aborrezcamos esos anuncios imperativos que emergían y nos molestaban, por eso, la publicidad utiliza nuevas técnicas narrativas como el Storytelling que consiste en contar una historia con imagen y sonido, luego, en vez de ofertar un producto, nos implican en la historia que se narra. Esta técnica narrativa tiene que ir respaldada por una buena historia detrás claro,sin ella da igual cuantas veces veamos el contenido que no va a funcionar.
Todo ha cambiado a la hora de vender, ahora el consumidor es el que marca la demanda. Luego, pasamos de un paradigma lineal donde comprábamos lo que se ofertaba a un paradigma bajo demanda donde los consumidores dictan lo que se tiene que ofertar, es decir, los contenidos se producen bajo estudio de mercado.
Todo este revuelo de redes sociales ha producido una multiplicación en publicidad, y por tanto, de competitividad. Ante tal saturación es necesario diferenciarse, ¿cómo lo conseguiremos? pues siendo más creativos que el resto.
Pero antes de dotar a las páginas con creatividad hemos de saber que este cambio en la sociedad es, en mi opinión, disruptivo, es decir, no se han producido de la noche a la mañana, sino que las redes se han ido integrando en nuestra vida hasta tal punto, que son un miembro más, por lo tanto hemos de investigar a nuestros consumidores y anticiparnos a los posibles cambios.
Las redes sociales irán cambiando según los deseos de los usuarios, es decir, van a cambiar como los usuarios quieran que cambie. Ya que esta es la nueva forma de vender (bajo demanda).
Con esta reflexión, las conclusiones que podemos sacar es que no podemos quedarnos con en el número de fans ni en el número de ‘likes’ que tenemos en nuestras redes corporativas, (que son el ‘engagement’ de nuestra marca), eso no determina el éxito empresarial, más bien se trata de conseguir un acercamiento con nuestro público, pues un vínculo con mis usuarios hará que vean mi marca como un intangible y, lo más importante, si llegamos a conocer el grado de relación que existe entre los usuarios y mi marca, sabremos cómo comunicarnos, qué cambiar, qué no se ha entendido… (Igual que cuando adaptamos nuestra forma de hablar según la situación, hacemos que esa comunicación llegue mejor, de manera más comprensible ya que la adapto a mi receptor) y podré hacer que este vínculo trabaje con mi negocio, sea cual sea.