Está claro que este virus ha sacado los colores a nuestro país y a el resto del mundo, está claro que este virus ha sacado de nosotros nuestros mayores defectos, todos ellos reflejado en el nuevo capitalismo de corte neoliberal, dejando la producción interna de todos los supuestos países desarrollados a mínimos existenciales, con 20 años de neoliberalismo globalizado, se han desmantelado industrias internas para ser su equivalente en países como China, que quede claro que esta linde de la que hablo no tiene nada que ver con dicho país, si China ha sabido aprovechar la codicia del capitalismo y ser el referente de la producción mundial, no solo está en su derecho legítimo sino que también está en pleno derecho de hacerlo, lo que no veo nada bien es como desde aquí se alentara desmantelar sectores productivos para expansionarlos desde China, dejando casi sin industria en nuestro propio país, ejemplo claro de la filial Derbi, fábrica de motocicletas española que al incorporarse a China no solo cerró aquí su fábrica sino que también fracasó en China, como ese ejemplo hay muchos que por la codicia han decidido cerrar sus fuetes de fabricación en España y se mudaron a China.
Si expongo primero lo que ha ocurrido durante estos 20 años de neoliberalismo globalizado es para destacar del por qué tanto España y otros países se las ven en dificultades para conseguir material sanitario, porque la producción interna ha sido desmantelada y todo se fabrica en China, dependiendo todos de un lugar remoto del planeta, en estos momentos no se tiene operatividad propia de producción de mascarillas, de respiradores, ni tan siquiera de producir una vacuna a gran escala, ya que desde la anterior crisis se recortó en ciencia y en tecnología, la investigación científica para los gobiernos que gestionaron la crisis del 2008 no era tan vital como ahora si lo vemos, ya no es que se haya desmantelado la sanidad pública en favor de la concertada por comunidades como Madrid o Cataluña es que la industria farmacéutica estatal está ahora en pañales y con cese total de operatividad.
El día después de la crisis coronavirus.
El día que todo esto termine hay que reconstruir nuestro país y pulir todos los fallos que nos han traído hasta aquí, hay muchos que hemos visto y constatado que lo que ha hecho este gobierno es tener que improvisar constantemente debido que nuestro sistema tiene heredado desde hace unos 20 años un modelo que ha sido proclive a que un virus pandémico nos atacara con la fuerza que lo ha hecho este virus, ningún gobierno en España sea del color que fuera hubiera hecho las cosas peor o mejor que el actualmente, la prueba de ello es ver cómo han reaccionado otros países, donde se salvan un poco más de la quema aquellos que han tenido una sanidad más fuerte, una mayor inversión en Ciencia y en sistema sanitario como es el de Alemania, pero todos han tenido la misma suerte a la hora de querer hacerse con material sanitario en el actual modelo liberal que nos han impuesto en el mundo y desde los inquisidores de la Troika.
El primer frente es hacer cumplir nuestra querida Constitución, esa de la que tanto se les sale el pecho a las derechas reaccionarias, pero que se queda ahí, solo en el postureo patriótico, puesto que cuando votaron sanidad pública o sanidad concertada se decantaron por la concertada, dando la espalda a su querida constitución, su supuesta amada constitución, incluso se duelen ahora de que se aprueben medidas de la renta mínima de emergencia que actualmente el gobierno quiere aprobar, nuestra constitución avala el sector público, cuando se tramitó no se contemplaba el liberalismo económico como la panacea de una democracia, de hecho artículos como el que dice que la riqueza del estado se rinda al interés general del pueblo y no como hasta ahora que ha sido para los señoritos de siempre, esos artículos parecieran escritos del puño y letra de un convencido marxista, nuestra constitución ha sido maltratada por aquellos que imperan en el día de hoy ser sus defensores.
Toca blindar nuestra sanidad como pública, evitando con el tiempo la tentación de fuerzas políticas como el PP de externalizarla, en ese desenfrenado liberalismo y capitalismo de amiguetes, ya que si miramos con lupa quienes son los beneficiados de dichas externalizaciones siempre son los mismos, los del llamado capitalismo de amiguetes.
Toca tomarse en serio lo de la producción interna, fábricas de productos que tenga que ver con la seguridad nacional, está claro que en esta guerra un bichito que ni tan siquiera podemos ver no hay tanques ni aviones que puedan hace nada contra este virus, el gasto público debe estar subordinado al interés nacional, urge un sistema de producción hospitalaria nacional con la consecuencia también de un sistema de producción de productos farmacéuticos estatales, donde nunca tengamos la dependencia de otros países de materiales sanitarios, urge crear ese tipo de industria estatal.
En este apartado Ceuta tiene un buen recurso que en situaciones como esta tendría no solo una buena funcionalidad a nivel nacional, también para el empleo de Ceuta, tenemos un Tarajal lleno de naves que no producen ni son incentivo al crecimiento de esta ciudad, el cese de Marruecos al contrabando en su territorio nacional ha hecho inoperante la economía local, fruto de un modelo basado en el contrabando, donde para colmo no se ha creado el empleo deseado, más bien ha servido de poco y para que unos pocos se llenen los bolsillos, estas naves reconvertidas en industria son una buena solución en esta ciudad, industria sanitaria, si así hubiera ocurrido hace tiempo, en circunstancias geográficas donde tenemos un aislamiento natural geográfico nos permitiría fabricar de forma plena y sin riesgos a toda la península, teniendo una respuesta eficaz en casos como el que vivimos.
No hace mucho el señor Alcalde Juan Vivas declaraba que a Ceuta le hace falta industria, me alegra que este señor vea con la misma claridad que yo y los míos hemos visto para nuestra ciudad, pero que se lo haga mirar el señor Vivas, porque en 20 años de su mandato han mirado para otro lado con su modelo del trapicheo entre fronteras, ahora cuando todo está devastado lo ven como una solución, se sabía que tarde o temprano ese modelo se iba a acabar, tarde o temprano todo eso iba a ser parte del pasado, ahora las consecuencias de su modelo económico es mucho peor aún con este coronavirus.
En el modelo de Empleo Garantizado que presentamos el año pasado, en uno de sus puntos de peticiones para esta ciudad queda recogido la necesidad de que el estado invirtiera en industria nacional como pudieran ser productos farmacéuticos, ahora queda claro que el camino para esta ciudad es ser parte de nuestra nación con un fundamento de servicio, donde al mismo tiempo se supliera las necesidades laborales que tanto necesita nuestra ciudad, todo ello no tiene por qué ser deficitario, se acostumbra a pensar que lo público son perdidas, dicho material se puede exportar y ser un referente de riqueza al tiempo que protegemos a nuestro país de pandemias como esta, porque quien piense que esto se acaba con el tiempo se equivoca, según los expertos no será ni la primera ni la última, vivir en un mundo globalizado conlleva ciertos riesgos, como pueden ser las pandemias mundiales, la dependencia de terceros países en productos sanitarios es un riesgo que se paga, se paga caro, repito ni aviones ni tanques pueden hacer nada ante este desafío mundial, si lo comparamos con una guerra, las armas son la ciencia y la sanidad pública, hay que aumentar el gasto sanitario frente a otros que son totalmente inútiles y fuera de lugar en estos momentos.