La asociación de usuarios financieros ASUFIN, denuncia que las comisiones que cobran los bancos a sus clientes por tener sus cuentas en números rojos alcanzan un coste alto y desproporcionado, porque se les puede imputar a éstos hasta dos cargos diferentes, como son la propia comisión por descubiertos y los intereses de demora, los cuales son mayores cuanto más tiempo pasa hasta que se paga la deuda.
Según un estudio de esta asociación, un descubierto de 300 euros mantenidos durante 15 días acarrea un coste en el BBVA de 45,91 euros que se embolsa, 45,94 el Deutsche Bank o los 48,50 de Bankinter, hasta los 68,94 que perciben Liberbank o los 63,93 que recauda Bankia. Estas cifras resultan un tanto escandalosas, ya que algunos de estos bancos han sido rescatados con dinero público de todos los españoles.
El gran jurista Giacinto Auriti definía a los bancos como las iglesias de Satanás, porque no eran puros intermediarios del crédito como nos quieren hacer creer, sino que son auténticos entes de emisión de dinero virtual o escritural que genera deuda monetizando las garantías de aquel que pide un préstamo. Cuando la empresa, o el particular no pueden devolver el préstamo, los bancos adquieren bienes reales frente a la cesión de bienes inexistentes.
La gran usura de estas entidades no es banal aplicando intereses desorbitados, siendo una de las más ingeniosas estafas por la distorsión de su estructura productiva, llevando a la manipulación social; esta es la causa de repetirse todos los procesos cíclicos de expansión, crisis y recesión que están dañando gravemente a todos los ciudadanos perturbando el orden social, por lo que sería lícito preguntarse cuál puede ser la forma de una sociedad en la que la economía se basa en una continua expansión de la deuda necesaria para el pago de los intereses, frente a una moneda que el sistema bancario crea de la nada.
Vivimos en una sociedad donde los que gobiernan usan todo el poder para hacer suyos los medios de comunicación como instrumentos de colonización cultural, porque aún no saben que la fuerza de una sociedad está en su intelectualidad, ya que una sociedad consciente y disuadida da miedo a los grandes usureros, los cuales no pudiendo debilitarla, no tienen su control, ese mismo que las organizaciones tienen sobre todo nuestro sistema político, económico y financiero.
Las altas finanzas son la cueva de Alí Baba y sus secuaces que, concentran en sus manos el control de las riquezas del planeta y las orientan a los fines del dominio mundial en un escenario arrogante y profundo. El dinero incluso ha comprado el silencio de quien debería defendernos a capa y espada, a aquellos que se les olvida que su principal función es velar por toda una sociedad que, se siente huérfana de sus gobernantes, movidos por sus propios intereses, un claro ejemplo de egoísmo y de falta de empatía hacia el pueblo en este momento tan duro que vivimos es que, cada grupo político va a lo suyo atacando al que tienen enfrente, sin enterarse aún de que lo único que quiere el pueblo llano es salir cuanto antes de esta debacle y lo que menos necesita en ver como representan por separado una pésima obra de teatro.