Este próximo Domingo, la ciudadanía, tenemos en nuestras manos la deseada oportunidad de echar del sillón a quienes han utilizado las instituciones para intereses personales y partidistas. Con nuestro voto podemos acabar con la negra red clientelar tejida con el hilo de los intereses, el mercadeo y los inmorales «chanchullos» beneficiando a propios y cercanos. Tras años de indignidad y sucio manoseo de la política local ha llegado la hora del cambio. Un cambio, cuyo motor de propulsión, son la indignación, el hartazgo y la esperanza de sanear tanto las instituciones como cada una de las acciones de gestión de gobierno. El señor Vivas (que encarna al político cansado, ineficaz y sin ideas) y sus muletas de apoyo (disfrazados de falsa oposición), deben ser mandados a casa para que mantengan sus peligrosas zarpas apartadas de lo público.
El concepto de política, entendida como beneficio propio, debe y puede diluirse el Domingo en las urnas para dejar paso a la política real y con mayúsculas. Esa que sirve como instrumento de cambio, igualdad y progreso social. Las instituciones y los gestores de lo público deben estar al servicio de la ciudadanía y no para ensanchar insaciables estómagos interesados propios y ajenos.
En estos cuatro años hemos destapado escándalos, denunciado gestiones de dudosa legalidad y nos hemos enfrentado pública y privadamente a todo aquel ó aquella que ha querido rebasar la imprescindible línea de la honradez. Nos otorgasteis una confianza en 2015 en forma de oposición y hemos sido leales, vigilantes y hemos cumplido con nuestro trabajo como fiscalizadores y visibilizadores de todo aquello que permanecía oculto y debajo de las alfombras.
A los amantes de la ilegalidad les incomoda el MDyC ; hemos marcado un antes y un después en el verdadero trabajo opositor (anestesiado durante años con migajas). Antes del MDyC, las ilegalidades eran silenciadas en mudos y sonrojantes despachos. Con el MDyC esos mismos despachos de oscuros acuerdos y miserables pactos han sido mutados para transformarse, gracias al MDyC, en diligencias previas, denuncias ante la Fiscalía y tomas de declaraciones en sede judicial ante sus Señorías.
Con un arduo trabajo, hemos desglosado cada partida, escrutado cada informe, contrastado cada una de las facturas y hemos visitado cada una de las consejerías para realizar nuestra labor de verdadera oposición. Inasequibles al desaliento hemos sido los ojos y la voz de la ciudadanía ante el desgobierno en la Asamblea. Hemos sido inquebrantablemente fieles a esa confianza depositada en las urnas.
El MDyC, si vuelve a renovar una confianza importante por parte de la ciudadanía, jamás pactará con el Partido Popular del Señor Vivas, aunque ahora quieran ponerse el disfraz de «buenos samaritanos» ante la irrupción de los radicales extremistas de derecha. Por muchos bulos tendenciosos que existan lanzados por los fracasados políticos que ya huelen a historia, la ciudadanía nos conoce y sabe lo que pensamos del Señor Vivas y su PP. Es el mismo partido que pactó con su marca blanca pseudoopositora para intentar invisibilizar y silenciar a nuestra portavoz.
La memoria en política es tan importante como sus consecuencias. Y la ciudadanía a la hora de la verdad, tendrá memoria. Es el mismo partido que mantiene en el más absoluto abandono a numerosas barriadas y es el mismo partido que ,durante 18 años , ha gobernado para unos pocos sumiendo en la más absoluta desidia, olvido, desigualdad y pobreza a la ciudadanía ceutí. Es el partido que ha gobernado en la atalaya de la prepotencia de espaldas a la ciudadanía.
Del mismo modo, jamás llegaremos a acuerdos, pactos o entendimiento con ninguna formación política que tenga en sus filas a personas que estén relacionadas directamente con casos de corrupción. No nos escondemos ni jugamos a mutar nuestra escama dependiendo del sol que caliente. Éstos son nuestros principios, y a diferencia de muchos, no tenemos otros. Somos los mismos que nos presentamos ilusionados, con fuerza y energía imparable en el 2015. Y esa ilusión la transformamos en experiencia y aptitud para gestionar áreas de responsabilidad. Ha llegado la hora del cambio y éste es posible si tú quieres y nos empujas.
Un virus letal que se alimenta de discursos populistas que llaman al enfrentamiento y a la fractura social amenaza nuestra ciudad. Los virus solamente pueden multiplicarse dentro de las células de otros organismos, puesto que necesitan un organismo huésped con el fin de reproducirse. Las soflamas delirantes y trasnochadas no pueden ser vomitadas a la ligera y articularse en improvisadas líneas programáticas. El odio transformado en ideas y vestido de siglas no nos atemoriza ni quebranta nuestra firme convicción. El MDyC es el único partido habilitado para ser el antídoto de los extremistas de derecha, la vacuna perfecta para que el virus no se reproduzca. Estamos preparados para gobernar para todos y todas. Imagina una alcadesa-presidenta llamada Fatima Hamed, imagina que tú hiciste posible ese cambio, lo que imaginas es posible el Domingo.
El cambio es posible y está en tus manos.