Las mentiras se han convertido en el patrimonio institucional del Gobierno local. El Presidente de la ciudad miente descaradamente, con desenvoltura, acerca de cualquier tema de enjundia que afecte a la ciudad.
Citaré algunos ejemplos.
Uno. Empresas del juego. Cuando la ciudad aplicó una serie de ventajas fiscales que buscaban atraer a Ceuta a empresas interesadas en el juego online, Caballas se preocupó por el hecho de potenciar un mercado que está provocando daños de grandes dimensiones a poblaciones de España. Tal como indicamos, está creciendo el número de jugadores patológicos, incapaces de controlar su adicción, destrozando su entorno, su familia y sus vidas. Vivas se sacudió las pulgas argumentando que el problema no era el juego, sino el abuso. El Presidente de una ciudad con más de un 70% de paro juvenil decidió potenciar a empresas que provocarán que jóvenes desempleados, sin recursos y sin una salida profesional clara, se vea abocados al juego ante la inexistencia de una alternativa más sana o positiva. Porque pensar en crear empleo en una de las ciudades con más paro de España, no es rentable. Aún así, el PP explicó que esas empresas abrirían un nicho de mercado y crearían trabajo en la ciudad. Pues bien, hace pocos días conocimos que Luckia, empresa líder del sector, trae a Ceuta a 20 trabajadores para abrir sus oficinas. NO, no habrá empleo en Ceuta, de momento.
Dos. Igualdad. El PP convoca minutos de silencio ante cada víctima de violencia de género que se produce en este país. Es un gesto loable. No lo es tanto que provenga de un partido político cuyo líder nacional acuñó el término violencia doméstica cuando debía decir violencia de género (y no fue un error, fue una declaración de intenciones). Ningún miembro de su partido hizo ninguna mención al respecto. El mismo partido que se negó a adherirse al manifiesto del 8 de Marzo. El mismo partido que se burla de las personas que utilizamos el lenguaje inclusivo. Los mismos políticos que se desligan del feminismo acusándonos a las feministas de estrategas malévolas, cuando lo único que buscamos es la plena igualdad. NO, el Partido Popular no está a favor de la igualdad.
Tres. Gran Vía, la joya de la corona del Presidente Vivas. Hace pocos días, en plena campaña electoral, Vivas alardeaba de su inversión en Gran Vía. Cuando se le pregunta por las acusaciones vertidas por la oposición, quien argumenta que se trata de una obra fruto de la vanidad de Vivas; éste replica diciendo que no, que se trata de un homenaje a Ceuta. Un homenaje a Ceuta sería, señor Vivas, acabar con la pobreza, el desempleo y la exclusión social. Que todas las barriadas de nuestra ciudad tuvieran luz, agua, red de saneamiento y servicios básicos. Que ciudadanos y ciudadanas de nuestra ciudad no tuvieran que elegir entre que coman ellos o sus hijos. Que los niños y niñas de Ceuta puedan comer tres veces al día. La obra de Gran Vía no es un homenaje, es una obra innecesaria, presuntuosa, nada proporcionada a una ciudad de dieciocho kilómetros cuadrados y, desde luego, alejada de la realidad y de las necesidades de los ceutíes.
Una de las acusaciones más repetitivas que realiza el PP contra Caballas es que siempre estamos mirando a las barriadas. Y claro que lo hacemos, porque son los núcleos de población más desfavorecidos, con gente necesitada. Porque es lo que hacemos, preocuparnos de que no haya cuidadanos de primera y de segunda, que todos los ceutíes tengan los mismos derechos y servicios, y darle voz a todos y todas que no pueden alzarla. Ése es nuestro legado.
El suyo, Vivas, es haber destrozado a esta ciudad. Haber despojado a ciudadanos y ciudadanas de sus derechos más elementales. Haber aumentado la tasa de paro, incapaz de dar una solución al colectivo de desempleados de Ceuta. Obviar las necesidades de la ciudadanía, mirando a otro lado, mientras observa cómo se colocan sus farolas de dragones. Ceuta se merece alguien mejor que usted.