Los ciudadanos estamos indignados ante todo el revuelo causado por los pactos que están realizando el PP y el PSOE pasando a manos del señor Hernández empresas municipales para que se haga patente que Ceuta es la ciudad del enchufismo, el clientelismo, amiguismo.Ante este espectáculo donde el PP y el Psoe a lo descarado se reparten el botín, los ciudadanos estamos indefensos, nadie nos representa por lo tanto, nadie defiende nuestros intereses. El ciudadano, se ha convertido en objeto sólo para darle el voto a los políticos, ratificar las listas elegidas por ellos, eso no son elecciones señores. Lo incomprensible es que los ciudadanos decepcionados, se les haya caído la venda de los ojos y sigan callando, inclusive hemos presenciado como el partido socialista ha mercadeado con la necesidad de los ciudadanos.
El bombín público lo han convertido en una chistera que pareciera de ladrillo, la sociedad sufre desgarros que la alejan de unas instituciones a las que no ven como suyas, sino como instrumentos de intereses alejados. La conciencia no es la voz de la naturaleza sino que solo la voz de los prejuicios. Se han utilizado vulgares estrategias negociando el voto «inútil » porque de nada ha servido que el Psoe ganara fuerza si su planes eran acabar uniéndose al desgobierno de Ceuta, desplazando a los ciudadanos que le han votado y hacerles sentir desolación. Hablando en plata, cada vez que me topo con la tapa de una alcantarilla, cloaca, cada uno como la llama, veo escrito «politiqueros de pacotilla» las iniciales de «PP, PSOE», parece una pesadilla aunque la exclusiva es del PP.
«La izquierda», no ha dudado entre la confianza que han depositado en ellos los ciudadanos y los cebos con anzuelo que le ha tendido el PP. Es obvio que sin la voluntad de la sociedad cualquier proyecto de cambio no será más que cínica retórica.
«Roma traditoribus non praemiar», a lo que nuestro latín actual es, Roma no paga traidores. Los traidores están entre nosotros, no miréis hacia los lados, sino hacia arriba.
Esta legislatura promete,algunos políticos han prometido y la gente, como siempre, pierde.