La que tienen liada estos dos, uno porque no sabe y la otra porque no se acuerda, y lo peor de todo es que se creen lo que no es. Al primero se le puede decir ¿donde esta la convivencia que tanto pregona?, pues según su argumentación durante la elecciones era el adalid de ese logro que el ciudadano de a pie no ve por ninguna parte. No se de que presume si esto es una viña sin vallar y uno de los responsables directos, a parte de los delincuentes, no es otro que el que preside en minoría la institución local. A partir de ahora cuando me refiera a él, le diré «El Traca», mas que nada para que mis lectores sepan a quien me refiero.
Y como no podía ser otra manera cuando me refiera a la responsable ubicada en el edificio de Plaza de los Reyes, lo haré por el sobrenombre de la «La Retraca», pues por sus actos la reconoceremos. Ahí están los hechos, pues bajo su mandato hemos llegado a un punto sin retorno en el tema la seguridad, donde si y día también, es tema de portada en todos los medios de comunicación algo relacionado con este asunto y lo peor de todo es que las instituciones que tienen el deber y la obligación de solucionarlo, se ve claramente que ni están a la altura de la circunstancias ni se espera que lo estén en algún momento.
A uno lo pueden nombrar Delegado del Gobierno por afinidad familiar o personal, y llegar a ser eficiente, pero es que en este caso ni por asomo lo es. Creo que queda suficientemente demostrando que no es la persona idónea para el cargo y los que la rodean están a la misma altura de ineptitud, desde el jefe de gabinete hasta el ultimo de sus asesores.