A finales de este mes se estima el fin de la comisión de “reconstrucción de la economía de nuestro país” tras la primera oleada del COVID19. Me viene un mal sabor de boca ya que se debería hablar de recuperación y no de reconstrucción (esto no es una guerra, tanto las fábricas como las empresas siguen en pie).
Ha sido un hecho histórico lo que hemos vivido, lo recordaremos para el resto de nuestros días, pero toca mirar hacia delante y la forma de gestionar ahora los recursos nos deparará un futuro esperanzador o por el contrario será totalmente desolador – las predicciones de los principales economistas estiman un decenio perdido sino se estimula el consumo interno –
España debe cambiar su sistema económico basado en el sector turístico por uno donde el tejido industrial sea competitivo, principalmente por el capital humano (sé de buena mano que se está trabajando en un plan de reconversión industrial, quedaremos a la espera de su evolución y ¿finalización?).
A mi parecer, falta mirar a esas empresas españolas que se encuentran desplegadas por todo el mundo y que triunfan: INDITEX, BBVA, TELEFÓNICA, IBERDROLA, ACCIONA… que los políticos encargados de esta ardua tarea charlen durante 30 minutos con cualquiera de sus directivos (con esto del teletrabajo lo pueden conseguir) y seguro que obtenemos mejores resultados que los actuales.
Por otro lado, la reconversión de Ceuta ni está ni se le espera. La consejera de Economía demostrando grandes conocimientos estadísticos comentó que la caída de los ingresos durante este año sería espectacular, algo que podría haber deducido cualquier persona. Lo que toca ahora mismo, que ya vamos tarde, es proponer medidas para reconvertir nuestro modelo económico.
Hay mucha gente que ha hecho las cosas bien en el pasado y ha creado riqueza e ilusión, pero los políticos actuales no les escuchan ni miran atrás para ver qué funcionaba y coger impulso hacia delante, hacia el futuro.
En Ceuta debemos y podemos vivir de nuestro mar, pero claro hay que tener predisposición e ideas (que tan poco afloran hoy en día). Una de las medidas que ya esgrimí por mi paso en Delegación que tampoco se tuvo en cuenta y que hace poco recalcó de su importancia el Sr. Borrell en la citada Comisión era la importancia de las energías renovables; por ejemplo, si en Gibraltar llevan años fomentando la energía undimotriz ¿Por qué no lo podemos hacer nosotros? Esta energía permite la obtención de electricidad a partir de energía mecánica generada por el movimiento de las olas.
Dejemos atrás lo vivido, aprendamos de ello y miremos hacia delante con nuevas ideas que favorezcan una Ceuta capaz por sí misma de salir adelante.
Cuando en política se empieza siendo un don nadie, lo mejor que puede hacer uno cuando sale es asumir que sigue siéndolo.