Escuchando al gobierno uno puede tener la sensación de que la pandemia hasta nos ha venido bien, cuando vemos que se gasta un dinero en comprar las portadas de todos los diarios españoles para lucir nuevo lema y decirnos que “salimos más fuertes” … Y uno abre el periódico, le hecha una hojeada y se pregunta en qué narices salimos más fuertes: ¿en familias destrozadas por casi 30.000 fallecidos?, ¿en negocios y puestos de trabajo desaparecidos?, ¿en unos sanitarios reventados de trabajo arrebatando muertos al virus sin medios suficientes mientras ellos mismos caían? Debe referirse a esas cosas cuando el gobierno dice estúpidamente que “salimos más fuertes”. Luego uno escucha a la extrema derecha y parece que España ha vuelto a ganar un mundial de futbol porque han conseguido sacar a la calle en pleno desastre nacional con vuvuzelas y cacerolas a un gentío, y piensa que con eso se acabaron los problemas, porque así se derroca un gobierno… Y lo peor es que hay quien se lo cree…
Generalmente de las dificultades suele salirse más fuerte porque en los malos momentos es cuando las personas aprendemos donde están nuestros límites y la capacidad que tenemos para superarlos. Desgraciadamente parece que en los tiempos difíciles de grupo esa máxima no se cumple; no se cumple al menos en el caso de España. En estos meses de terrible pandemia hemos sido testigos de que los españoles somos capaces de sobreponernos e ingeniar medios para protegernos al margen de las autoridades. Al mismo tiempo hemos sido testigos de cómo las autoridades, las personas responsables de “sacarnos de ésta”, hacen un uso espúreo y/o torpe de los muchos recursos a su alcance. Lo último que, al menos yo, pensaba ver en esta crisis, es reavivar la llama del odio y el resentimiento entre españoles, curiosamente desde los extremos del arco parlamentario. Aquello de que “la unión hace la fuerza” tiene uno la sensación de que no va con los españoles porque si ni en estos momentos terribles somos capaces de aunar voluntades y fuerzas me temo que no lo haremos nunca; ni siquiera son capaces de hacerlo en el seno del Consejo de Ministros, a la vista de que se desdicen unos a otros. Con casi cuatro millones de parados y tres millones y medio de trabajadores sujetos a un ERTE, muchos de los cuales aún no han cobrado, no es de recibo, que el presidente del gobierno nos invite a planificar nuestras vacaciones, o que sea “salimos más fuertes”… ¡¡Menos campaña electoral y más trabajar, señores!!. Ya está bien de vender motos, analicen de verdad de donde tienen que sacarnos y sáquennos, y si lo consiguen no les hará falta ninguna campaña publicitaria para que lo sepamos.
Al inicio de la crisis pareció por un instante que todas las fuerzas políticas cerraron filas para proteger y sacar adelante el país, incluso se habló de una reedición de los pactos de la Moncloa. Pero ahora cada grupo político, incluso los que conforman el gobierno, andan como “pollo sin cabeza”, el PSOE el primero, pactando con quien se le pone a tiro con tal de mantenerse en el poder y coaligado a un partido que no sabe cuál es su posición y responsabilidad al formar parte del gobierno; la oposición casi desaparecida, incapaz también de cerrar filas frente a la inoperancia del gobierno.
En el que es el peor momento de nuestra historia reciente tenemos la peor situación política; vamos montados en un cayuco cuando más arrecia el levante; pero señores, desgraciadamente ese fue el “cayuco” que elegimos los españoles, o sea que no vale tirar balones fuera sino remar todos juntos si lo que queremos es no ahogarnos.