Twitter resiste. Hoy 23 de abril de 2019 vemos como tras el debate electoral, es difícil imaginar que la sociedad española desayune hablando sobre el día del libro o de Ida Vitale. Sin embargo, hay un resquicio social que escribir tuits sobre el día del libro, como demuestra el trending topic. Twitter resiste.
Ayer leí un artículo de la poetisa Luna Miguel en el diario.es, en el señalaba la obsesión del aparato, lo de aparato lo digo yo, por infravalorar a los escritores millennial y los instapoetas o “jovenzuelos del Instagram”. Más aún cuando quienes escriben son mujeres millennial, en este caso, es difícil que se libren del sufijo “la joven poetisa” o “la joven escritora”. Como bien señala Chimamanda Ngozi Adichie, para saber si esto es machismo investiguemos las veces en la que a escritores hombres jóvenes se les califica de este modo. Efectivamente, pocas o ninguna. Paralelamente a la época de prolíficas escritoras brillantes como son: la citada Luna Miguel, Elvira Sastre, Lucia Baskaran, Aixa de la Cruz, María Pérez Heredia o Espido Freire, entre muchas otras, converge un momento en que, si bien estas autoras están en el precariado, como extraordinariamente señaló Carmen G. de la Cueva en “Un paseo por la vida de Simone de Beauvoir”, han logrado romper con el argumentario que Virginia Woolf hacía en “Una habitación propia”, sobre que las escritoras reputadas del siglo XIX solo escribían novelas románticas. ¿Será que ellas si han encontrado una habitación propia? Creo que no.
En mi opinión, creo que más bien se debe al empoderamiento lento, pero consciente de las mujeres millennial, que actualmente se ha transmitido al contenido, a la forma y a la comunicación literaria. La historia, siempre nos ha traído ejemplos de cómo los libros sobre garantes de la transformación social. Hoy 23 de abril, recordemos que son en los libros y no en los debates electorales, donde podemos ver el camino que esta marcando la sociedad.