No sabemos cómo serán los resultados el 28 de abril. En estos momentos hay más encuestas que nunca y menos precisión que antes. La convulsión política en la que estamos inmersos nos hace no saber realmente quien va , ya no únicamente a ganar, que indiscutiblemente será el PSOE, sino a formar Gobierno. Intuyo que nos vamos a llevar una sorpresa y que los resultados nos van a sorprender. Tampoco dudo que podamos estar de nuevo bloqueados por la incapacidad al diálogo y la proximidad de las autonómicas y las municipales.
El otro día hablaba con una persona sobre la época de la transición y me decía que si ciertos representantes políticos de ahora estuvieran en ese momento ésta no se hubiera producido.
Y es verdad. Mediocridad política. Los escaños se han convertido en un pase por la amistad y la falsa lealtad, más que por la capacidad. Hoy por hoy, aún no sé de qué hablan ciertos políticos que están más preocupados por atacar verbalmente y figurar de manera popular, que de pragmar medidas reales y funcionales. A la prueba está que seguimos sin tener una Ley de Muerte Digna.
Y es que, entre quienes se inventan propuestas inconstitucionales, mienten, juegan al despistes y llenan sus listas con personas sin principios, personas capaces de saltar de un partido a otro, auguro que nos queda un escenario que únicamente servirá para abrir telediarios y portadas en el periódico.
El debate, la disparidad de opiniones es algo que enriquece la democracia, pero la mentira es inadmisible.
Y escuchar en Ceuta por parte de quienes han estado años gobernando que harán lo que nunca hicieron es cuanto menos insultante para unos tiempos donde la política está siendo cuestionada. Más efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad, un nuevo ambulatorio, un centro escolar, la remodelación del Tarajal, una comisaría, una clínica de radioterapia y así hasta completar una lista de promesas electorales que ya dijeron y no cumplieron. ¿Para qué están los políticos sino es para tratar con humildad y realismo a la ciudadanía?
Agota. Me agota a mí, que amo y siento la política más allá del egoísmo de quienes se enganchan a ella por épocas, es indiscutible que debe agotar al resto.
Pero no voy a recalcar la caradura moral de quienes no no son capaces de reconocer que las grandes inversiones en Ceuta vinieron de la mano de un Gobierno socialista, no, lo que voy a matizar es la bajeza moral de quienes recurren a ETA como recurso electoral.
Alguien le debería decir al Partido Popular, como dijo Madina en la radio, por cierto, un socialista vasco al que le pusieron una bomba, que ETA ya no existe y que ésta desapareció el 20 de octubre de 2011 gracias al esfuerzo de muchas personas y bajo el mandato de un Presidente socialista, de Zapatero.
Creo que no hace falta insistir sobre quien, por ejemplo, llamó a los terroristas movimiento vasco de liberación o acercó 133 de ellos al País Vasco.
Es decir, aquellos que mintieron con las armas de destrucción masivas para justificar la invadión criminal de Irak y que volvieron a mentir sobre la autoría del 11m por votos, siguen con el discurso miserable del odio y la utilización de las políticas de Estado.
Y, sobre todo, creo que no hace falta recordar el sufrimiento de muchos socialistas que se dejaron el alma y la vida para que hoy pudiéramos vivir en paz. Que murieron por defender la libertad.
No todo vale en política.