Como ya vimos hace mucho tiempo, en nuestro país con una constitución desarrollada para proteger a nuestro pueblo, la consigna desde la llegada de Felipe González y Josemaría Aznar a nuestros días, ha sido la de poner en marcha la economía liberal entorno a las funciones públicas y sus derivados como fue la energía y su privatización, las telecomunicaciones como Telefónica y en el presente los recursos sanitarios.
Ahora vemos atónitos como ante una pandemia mundial y una emergencia ya nocional con el conocido coronavirus, ahora vemos como la sanidad privada que al fin de cuenta la pagamos todos con las derivaciones y subvenciones, ahora vemos como esas fábricas de ganar dinero de forma intrusiva en el sector público, derivan a las personas que se contagian del coronavirus a la sanidad pública.
El liberalismo y su deriva en ese expolio de lo público no ha hecho más que desgastar nuestra sanidad pública, el coronavirus es un virus como lo es el liberalismo económico, ahora vemos nuestra fragilidad ante una emergencia nacional de salud, los recursos en sanidad se han recortado en favor de la sanidad privada, recortes en personal, en recursos, derivando a los amigos de los políticos, los responsables de las regalías a la privada, casos muy evidentes Madrid y Cataluña.
Ahora más que nunca tenemos el deber y la oportunidad de recuperar lo que es del pueblo, por aquellos que mediante el nepotismo consumaron la privatización de la sanidad pública en manos privadas.
El artículo 128 de nuestra constitución matiza que la riqueza del país está subordinada al interés general y que «mediante ley» se podría «acordar la intervención de empresas cuando así lo exige el interés general«. Queda claro que cual es el interés general de la nación en estos momentos, ahora toca por decreto recuperar lo que se otorgó de forma indecente a los mercaderes de lo público.
El coronavirus no entiende de ideologías, de razas, de condiciones humanas, todos somos susceptibles de ser portadores de dicha enfermedad, por ende aquellos que han predicado el oficialismo del liberalismo y son portadores de dicha enfermedad, son atendidos por la sanidad pública, aquellos que se pegan tantos golpes de pecho con la bandera nacional, debieran entender ahora más que nunca que la sanidad pública es eficaz frente a la privada, nos protege a todos por igual, incluso aquellos que se afanan en defender el sector privado de la sanidad en detrimento de la sanidad pública.
China, el país dónde ha sido el foco inicial de esta pandemia, ha sido y es ahora un país que ha demostrado coordinarse de forma eficaz para luchar contra el coronavirus, conteniéndolo, donde vimos todos con asombro la construcción de un hospital en menos de 15 días, con una capacidad de más de 1000 camas, se podrá criticar a Chica por muchas cosas pero no por el empeño, el desarrollo estatal de su sanidad pública, no han tenido miramientos en gastos, recursos para controlar el coronavirus, dando China una lección a los países supuestamente desarrollados, donde vemos como ahora China saca las vergüenzas a Europa y su mala coordinación, una Europa donde la sanidad está subordinada a intereses privados, no digamos Estados Unidos, un país en donde si no tienes dinero, no tienes sanidad.
El modelo liberal es anticonstitucional, el desempeño público tiene sólo cabida desde el sector público, la sanidad privada tiene cabida, pero sin recursos puestos del estado, cosa que no ocurre ahora, los hospitales antes públicos y ahora privatizados o los que se apuntan al chupete del dinero público, no han hecho más que hacer de nuestra sanidad un retroceso del sector público, una sanidad pública que siempre ha estado bien valorada en todo el mundo.Ahora toca organizarse, trabajar y poner remedio a tantos años de privatizaciones, el coronavirus ha demostrado el mal epidémico de las privatizaciones públicas por el sector privado, toca mover ficha, renacionalizar todo el sector privado sanitario al sector público.
Antonio Nepomuceno MorenoIU Ceuta