Hoy me llaman varios amigos y me dicen que lea en la página 3 de un periódico local, un artículo que ha escrito un individuo en el apartado colaboración bajo el título “ tránsfugas lo peor».
Quiero dirigirme al autor de este artículo para dejarle claro una serie de cosas, en primer lugar, no he cambiado de partido, que ser Diputada no adscrita no quiere decir que sea tránsfuga. Mi situación actual en la política es totalmente legal, sin embargo, quien fue su jefe durante años si le podría explicar el significado de transfuguismo, ya que lleva casi dos décadas desgobernando gracias a ello.
No voy a valorar el contenido de dicho artículo, el cual deja mucho que desear puesto que aunque no lo comparta, sí respeto las opiniones y soy consciente de que la libertad de expresión, amparada por nuestra Constitución, es una norma vital para nuestro desarrollo personal, así como para el correcto funcionamiento democrático de nuestra sociedad.
Tras leerlo, es cuando lógicamente la curiosidad hace que me informe sobre quién es el autor de dicho artículo puesto que me parece por su parte un atrevimiento y no tenía ninguna referencia sobre esta persona. Me explican varias personas importantes de nuestra ciudad y no salgo de mi asombro sobre cómo con este perfil y currículum “tan particular» pudo acceder a un cargo de tanta responsabilidad durante tanto tiempo. Tras atender a muchos detalles que me explican, por cierto bastante vergonzosos como poco, se me ocurre comentar “SUELE DAR LECCIONES DE MORAL AQUEL QUE MENOS EJEMPLOS TIENE PARA MOSTRAR».
En esta ocasión usted me critica e intenta desprestigiarme pero le he de aclarar y más que le pese a much@s impresentables que en su momento CIENTOS DE CEUTÍES valoraron muy positivamente mi decisión, y el pasado viernes no fueron cientos sino MILES DE CEUTÍES.
Hay que tener pleno conocimiento de cómo se han sucedido tantas cosas en estos últimos meses, tanto en la formación política a la que pertenecí, así como en la ciudad donde convivimos, y espero que podamos seguir haciéndolo durante muchos años, una convivencia que yo no iba a romper por el hecho de estar junto a unos miserables. Ni se imagina usted como he ganado en todos los sentidos por ser como deja reflejado en su escrito, una tránsfuga con lo cual le termino de aclarar, no me siento identificada por mucho que se empeñe.
Y para terminar le quiero comentar algo a quien me ha dedicado unas palabras en su artículo de colaboración en el periódico local, “hable con honestidad, piense con sinceridad y actúe con integridad” valores que está claro que no posee.
«»Hasta luego Mari Carmen»» (por Risto Mejide).