En este país todos tenemos la fea costumbre de acordarnos de Santa Bárbara solo y únicamente de cuando truena y eso es justo lo que está pasando con el dichoso coronavirus.
Los ingresos de las empresas sanitarias aseguradoras han crecido vertiginosamente en los últimos años, mientras que la inversión pública ha bajado considerablemente.
¿Por qué la sanidad privada no se encarga de realizar estas pruebas del coronavirus y las deriva a los hospitales públicos?
Pues sencillamente porque la sanidad privada no sirve para nada.
Con recortes, sin material necesario, con profesionales sanitarios con turnos maratonianos, con toda esta precariedad, ahí están dándolo todo. Día y noche enfrenándose a esta pandemia que, suma a día de hoy 2000 casos, con 47 fallecidos, según el Ministerio de Sanidad.
Mientras la sanidad pública se deteriora, la privada en España crece. El negocio de la sanidad privada sigue sumando ingresos, contra un sistema sanitario con déficits en todos sus ámbitos.
Hay que ser conscientes de todo lo que está ocurriendo actualmente y es la sanidad española la que está corriendo con esta pandemia y no las empresas privadas que, no quieren correr con el gasto de las pruebas por coronavirus.
Lo que queda claro y demostrado es que todos nuestros políticos no deben ni pueden tocar uno de los mayores pilares que tenemos en este país como es la sanidad pública universal. Deben saber que tenemos a los mejores enfermeros de toda la Unión Europea y que con contratos precarios no, se puede mantener este sistema. Necesitamos más de 130.000 enfermeros para una mejor sanidad y así reforzar el Sistema Nacional de Salud, con aumento en la inversión, con mayores recursos. Así lo denuncian los profesionales sanitarios médicos, añadiendo en este preciso momento que si caen ellos, cae el sistema.
Todo esto ocurre porque no se prevé que algo así pueda ocurrir, pero está ocurriendo.