Se cumplen cinco años de la mal llamada “tragedia del Tarajal” donde según la versión oficial, 15 migrantes de origen subsahariano murieron ahogados cuando se disponían a entrar a nado a Europa por la playa del Tarajal de Ceuta procedentes del norte de Marruecos. Estas 15 personas formaban parte del grupo de alrededor de 200 que consiguieron aquella noche burlar los controles que las fuerzas marroquíes desplegaban en los bosques cercanos a la valla de Ceuta y llegar hasta la playa, en la misma aduana, donde se arrojaron al mar. Se habla de unos 1.500 subsaharianos los que intentaron entrar en Europa en la madrugada del 6 de febrero del 2014 y solo esos 200 lograron acercarse. La Guardia Civil los recibió con material antidisturbios cuando nadaban en dirección a la orilla, botes de humo y pelotas de goma que les lanzaban desde el espigón, acción que fue negada por el delegado del Gobierno Francisco Antonio González, y más tarde, por el polémico director del instituto armado, Arsenio Fernández de Mesa, que negó que se usara ningún material antidisturbios en el agua, cargando en las fuerzas marroquíes la responsabilidad de las muertes.
Jorge Fernández Díaz, Ministro del Interior, tras repetidas negativas, compareció una semana más tarde en el congreso reconociendo el uso de material antidisturbios de manera disuasoria, pero apuntando al agua, explicaciones que no tuvo más remedio que ofrecer después de la difusión de las imágenes donde se puede observar, tal y como reconoció el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez en el Congreso, que los agentes de la Guardia Civil habían utilizado «equipos antidisturbios» para impedir que los “inmigrantes” llegaran a España disparando “145 balas de goma y cinco botes de humo” hacia la posición donde nadaban y que también estaban siendo perseguidos por una patrullera marroquí. Martínez enfatizó que ninguno de los jóvenes que llegaron a la costa española resultó herido y que la Guardia Civil solo había disparado cuando estos estaban todavía en aguas marroquíes, suavizando la actuación desde el espigón. ¿Pero por qué nadie trató de rescatar a los que se estaban ahogando? ¿Por qué no avisaron a Salvamento Marítimo y a Cruz Roja? El gobierno del PP hizo oficial la mentira a través del Ministro y tumbó la petición de apertura de una comisión de investigación que la oposición pedia aprovechando la mayoría absoluta con la que contaba en 2014.
Las mentiras del delegado del Gobierno en Ceuta y del director de la Guardia Civil habían salido a la luz dejando en evidencia a la cúpula del ministerio; incluso el máximo representante del ejecutivo en la ciudad autónoma llegó a tachar en su cuenta de Facebook de miserables a las organizaciones que acusaban directamente a los guardias civiles como responsables de las muertes, como la ONG Caminando Fronteras que hizo público un informe al que adjuntaba los partes de lesiones y los testimonios de supervivientes, que todos coincidían en lo mismo, las pelotas de goma iban dirigidas directamente a ellos. Tras conocer el informe, Francisco Antonio González, aconsejo a los guardias civiles que interpusieran querellas contra la ONG. Los mandos de interior mintieron sin ningún escrúpulo. Nadie asumió responsabilidad y nadie sabe quién dio la orden para autorizar la actuación de los agentes españoles en la playa del Tarajal. A día de hoy, nadie ha pedido perdón a las familias de las víctimas de aquella fatídica mañana de febrero del 2014.